Vaya comienzo de año nuevo. Los mexicanos son recibidos con un incremento en el precio de la tortilla que en algunos estados del país, el precio de este producto se elevó hasta en un peso con cincuenta, y en otros hasta tres pesos por kilo. Este golpe a la precaria economía de los mexicanos se da en el momento que comienza la famosa cuesta de enero.
Si tomamos en consideración que algunas familias numerosas consumen alrededor de dos kilos por día, ese incremento significa un desembolso adicional de 42 pesos por semana. Los industriales de la tortilla alegan que los insumos han subido de precio, además, la mayoría de los molinos y maquinas tortilleras son accionados por gas y luz eléctrica, y al subir estos constantemente, pues invariablemente el precio se tiene que ajustar.
Y eso, sin dejar afuera que algunas gasolineras están elevando un cinco por ciento el precio de la gasolina magna, la de mayor uso en México. De tal modo que los mexicanos comenzamos el año con circunstancias desfavorables. Pero que tal, el Gobierno Federal sigue aplaudiendo los beneficios de sus reformas. Vaya descaro.
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