Armando Ortiz / Mientras el partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) era sólo eso, un movimiento encabezado por Andrés López Obrador, entonces si le quedaba el eslogan: “La esperanza de México”. Pero una vez que Morena alcanzó ciertos cotos de poder, diputaciones federales por ejemplo, Morena dejó de ser “la esperanza de México” para convertirse en la expectativa de México. Los diputados de Morena mostraron de qué estaban hechos, de un dogmatismo recalcitrante, de una inexperiencia y estulticia que sólo puede surgir de gente bien intencionada, pero llena de traumas. Después llegaron los diputados locales y Morena dejó de ser una expectativa para convertirse en una realidad política llena de taras, de ambiciones, de arrepentidos que en realidad no lo estaban. Los diputados de Morena empezaron a oler el poder y se excitaron como los cerdos cuando huelen las trufas en el bosque. Morena, con estas dos experiencias ha mostrado de qué están hechos sus militantes, sus elegidos y de momento, salvo algunas excepciones, el saldo ha sido negativo. Ahora vienen las alcaldías y el panorama no es alentador.
Alcaldes y regidores de Morena muestran de qué están hechos; pero le entran a lo que “haiga”
No son muchos los alcaldes de Morena en Veracruz, pero sus alcaldías son en municipios grandes donde las noticias no pasan desapercibidas. De tal modo que los alcaldes de Morena no van a pasar desapercibidos. Es por ello que nos enteramos del primer acto del alcalde de Poza Rica: cambiar los colores del escudo del municipio para que coincidan con los colores del partido Morena, cosa que no se puede hacer de manera arbitraria. Luego nos enteramos del agandalle de las comisiones edilicias en el ayuntamiento de Xalapa, donde el partido ganador se quedó con 21 de las 29 comisiones. Según los que se oponen si Morena obtuvo 70 mil 745 votos, le correspondería presidir 14 comisiones y no 21; al PAN le tocaría presidir 8 comisiones y no únicamente 3; al PRI 3 comisiones y no dos; Nueva Alianza dos comisiones y no una, mientras que el PRD y Movimiento Ciudadano les correspondería una. Para colmo, en el municipio de Coatzacoalcos, una regidora de Morena, con apenas estudios de secundaria, no terminados por cierto, le toca presidir la comisión de Educación en el municipio. La regidora dice que no tendrá estudios, pero que ella le entra a la comisión que “haiga”. ¿Se acordarán los de Morena cuando criticaron a peña Nieto que no supo decir ni el título de dos libros? Criticaron a los que defendían que no se necesitaba leer libros para gobernar un país. Pero ya vieron que sí se necesita. Del mismo modo, se requiere preparación académica para conducir un municipio.
Miriam González Sheridan, sin vergüenza se registra como candidata a gobernadora? ¿No es la que presumió foto con el gobernador?
Miriam González Sheridan es otra militante de Morena que salió agraciada en la tómbola de López Obrador y por eso llegó a diputada. Sin ideología, sin trabajo político, sin vergüenza, se salió de su partido y se paseó en avión con el gobernador Miguel Ángel Yunes que conoce muy el dicho que dice: “Los leones se alimentan de los corderos”; eso son los diputados de Morena, corderos. Pues ahora la señora Sheridan, también sin vergüenza, se registra como candidata a la gubernatura de Veracruz, porque dice que: “Hoy me registro ante Nueva Alianza Veracruz con el anhelo de gobernar, no sólo de administrar, sino de gobernar un Veracruz con mujeres y hombres valiosos, con mujeres y hombres de bien”. La señora no tiene vergüenza, no le importa ser incongruente, convenenciera y evidentemente cínica, pero dice que gobernará con hombres de bien, quizá de la misma calidad y ética política que ella. No tiene ninguna posibilidad, ella entra como piedra en el camino para meterse en el zapato de otro candidato, ¿de quién? No del hijo del que la paseó.
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