Desde luego que a Otto Granados Roldán se le olvida que el puesto que ostenta y deja salir el barrio que lleva dentro. Comportándose como y un fajador callejero, Kid Ñeris… perdón, Granados Roldán sigue diciendo: «El orate me recuerda tanto la sabia admonición de Shakespeare cuando hace decir al conde de Gloucester: ‘desgraciados los tiempos en que los locos llevan de la mano a los ciegos’. Por México, tengámoslo en cuenta en 2018».
Y como si muchos mexicanos no lo supieran, dice: «Por las dudas, orate: Persona que ha perdido el juicio, Persona de poco juicio, moderación y prudencia. Fuente: RAE». Todavía cuando alguien le dice que hace mal uso de los signos de interrogación, señala: «Vaya, vaya, vaya. Parece que algunos amanecieron hoy de mal humor. Ni hablar. Pásenla bien en este fin de año». Vaya con Otto Granados Roldán, que confunde la gimnasia con la magnesia y la Secretaría de Educación con un establo.
