De este grupo tres ya han caído en la cárcel, uno de ellos está en trámites de entrar, a menos que su negociación lo libre; otro quiso tener fuero y ser alcalde, otro pidió licencia en el Congreso y sólo Porres Blesa duerme tranquilo, sin que alguien lo persiga.
Triste destino el de este grupo que en algún momento tuvo mucho poder y tuvo afanes de extender ese poder en un proyecto político donde por cierto pensaban impulsar a Juan Antonio Nemi Dib, quien en ese momento era el que mejor vestía el traje de honestidad. Pero ya ven, como el cuento del rey desnudo, todo era pura simulación.