Pues algo parecido pasó con el exdiputado Renato Tronco, quien anduvo durante dos años a salto de mata por haberse puesto al tú por tú con Juan Nicolás Callejas Arroyo y Javier Duarte, una dupla terrorífica que se encargó de desaforarlo y perseguirlo. Callejas jamás le perdonó que éste se hiciera diputado independiente, por eso fue desaforado para que, supuestamente, pudiera responder por la acusación de ser asesino intelectual.
Hoy regresa como el Dinamitero loco, viene con la consigna de explotar las pretensiones de Cuitláhuac García y para detener el avance de Morena. Nadie pone en tela su juicio su popularidad en el sur del estado, pero podemos estar seguros que muy pocos meterían las manos al fuego por tan polémico personaje.