Hablando de arrepentidos, en Veracruz también hay, ¿ya se les dio amnistía?

El Marqués de Sade, que nunca se arrepintió de nada, escribió en alguna ocasión: «Si la mala acción es descubierta y castigada, no es del mal ocasionado al prójimo de lo que nos arrepentimos, sino de la desgracia que nos ha producido el cometerla y el ser descubierta». Eso precisamente es lo que sucedió con muchos funcionarios del sexenio pasado, quienes fueron descubiertos de todo el daño que causaron a los veracruzanos.

Esos sujetos, algunos gozan de fuero, causaron un desastre social y financiero del que tardaremos décadas en recuperarnos. Fueron descubiertos, se les imputaron sus delitos, algunos pusieron su cara de compungidos y dijeron sentirse arrepentidos. Algunos entregaron parte de lo robado para que se les perdonara, otros, los más cínicos, están dispuestos a poner su capital político en manos de quien los descubrió y acusó; ¿es eso justo?

Cuando Zaqueo se arrepintió ante Jesús, el Mesías, le dijo: «Mira! La mitad de mis bienes, Señor, la doy a los pobres, y todo cuanto extorsioné de persona alguna por acusación falsa, le devuelvo el cuádruplo». Los arrepentidos en Veracruz no hacen eso, al contrario, sólo devuelven una centésima parte de lo robado. ¿Es eso justo?