De tal manera que Jesús Ortega y Jesús Zambrano y otros “chuchos” comemierda se olvidaron de sus principios, se olvidaron de los agravios, se olvidaron de la ideología y se coludieron con el PAN para evitar su desaparición. El PRD hace unos años estaba en la lona, lo único que le quedaba era morir de inanición o prostituirse y decidieron con deleite lo segundo.
Los pocos personajes congruentes ya están saliendo de esa porqueriza. Pablo Gómez anunció su renuncia al PRD y suma su apoyo a Andrés Manuel López Obrador, quien dice es la opción para el cambio. El PRD está próximo a más descalabros, cuando en la Ciudad de México pierdan las elecciones ante Morena y Anaya no cuaje como candidato y quede en un tercer lugar. Cuando esto pase, ¿con quién se van a prostituir después?