Seguro ya mandó su solicitud al gobierno del Reino Unido con la advertencia de lo que dice la canción de Consuelito Velazquez, «si te vienen a contar cositas malas de mí, manda a todos a volar y diles que yo no fui». Los abogados le debieron aconsejar que para obtener el asilo político tenía que armar todo un show para que los ciudadanos sajones se dieran cuenta de cómo trata el gobierno de Veracruz a una de sus hijas pródigas.
Tan pródiga que hasta un hospital llevaba su nombre; tan pródiga que, según datos del periódico Reforma, la señora gastaba en tiendas departamentales de lujo hasta un millón 725 mil dólares en dos años. Ella les fue a decir por allá que no fue, pero los cómplices de Duarte, que ya han declarado, dicen que ella sí fue. ¡Por favor Karime, no te hagas la inocente!