Dante acudió al Frente Ciudadano porque López Obrador no le permitió contender en coalición a la gubernatura de Veracruz. Es por ello que como “convidado de piedra” se fue a refugiar al Frente Ciudadano donde habría de aportar su medio grano de arena, porque ni siquiera le alcanza para uno entero.
Pero ahora resulta que el señor Dante Delgado pasó de ser un “convidado de piedra” para dictar los lineamientos del Frente, designando que el candidato a la presidencia sería para el PAN, el de la CDMX para el PRD y la senaduría para Miguel Ángel Mancera; y apúrense porque la paciencia del dictador caduca en 72 horas. Pobre Dante, sólo falta que pida la gubernatura de Veracruz para él. Sólo que en Veracruz no tiene ninguna posibilidad de serlo.