Se esperaba que Morena, que había obtenido un gran porcentaje de votación en las últimas elecciones de Veracruz, se convirtiera en una fuerza importante en la presente Legislatura, pero, ¿qué pasó? En primer lugar, surgió el caso de Eva Cadena, diputada de Morena que fue exhibida como una recaudadora. Eva Cadena había sido panista, pero López Obrador dijo que todos los arrepentidos tenían cabida en su partido; con lo que no contaba el tabasqueño es que los arrepentidos irían a su partido con todo y vicios.
Con eso empezó la debacle de Morena. Después vinieron los que, elegidos por tómbola, decidieron cambiarse de partido simple y sencillamente porque no tenían arraigo y porque sus intereses personales están por encima de los de su partido, del que no pueden presumir años de militancia.
Fue debido a eso que Morena no logró tener la presidencia de la Junta de Coordinación Política, porque sus diputados de tómbola se fueron al PAN, es decir, el león se alimentó de los corderos. Para colmo, en estos días nos enteramos de que la diputada Miriam Judith González Sheridan deja el partido Morena, se vuelve independiente con miras a formar parte del Partido Acción Nacional (PAN).
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