Sin duda el saldo de Américo Zúñiga en el municipio de Xalapa resulta ser positivo. Esto da pie para pensar que las gestiones de cuatro años en los municipios tienen resultados positivos. Américo Zúñiga no fue de esos alcaldes los cuales uno ansía que se acabe su gestión. Américo hizo obra no sólo de relumbrón, sino además esa obra que no se ve pero que es importante que se realice para beneficio de los ciudadanos a futuro; un ejemplo de ello son los colectores pluviales que aliviarán las inundaciones en muchas zonas de Xalapa.
Américo no sólo no deja deuda en el municipio, sino que deja un guardadito para que el próximo alcalde pueda empezar bien su gestión. Otro de los puntos a favor es que el alcalde no sólo se atuvo al presupuesto federal o a la recaudación municipal, sino que supo gestionar recursos gracias a sus contactos en la Cámara de Diputados y en la Cámara de Senadores.
Fueron muchos los millones que el senador Pepe Yunes bajó para obra en la capital veracruzana; eso no lo hace cualquier alcalde; eso no lo hace cualquier legislador por la capital de su estado. Tan sólo habría que preguntarle al diputado Cuitláhuac García, del distrito de Xalapa, ¿qué hizo por la capital? Ah, ya recordamos, él dijo que nos rascáramos con nuestras propias uñas. Que tuvo algunos fallos, claro que los tuvo.
Comentarios