Ya se sabe que estuvieron en un restaurante de la colonia Tabacalera de la Ciudad de México, se sabe que llegaron a las 16:00 horas, por ahí dicen que comieron escamoles; así estaría de animada la charla que terminaron sin saco. Pero nadie ha reportado hasta el momento de qué hablaron y es que ninguno de los dos quiso referirse a ello después de la comida.
Claro que no hace falta ser muy imaginativo como para entender que la exhibición de estos dos personajes, finalistas en lo concerniente a la candidatura del PRI a la presidencia de la República, es para dar el mensaje de unidad. Unidad necesaria después de que Osorio Chong fue bateado por el presidente; unidad necesaria ante un contendiente que tiene todavía mucho control en el país.
José Antonio Meade necesitaba placearse con el secretario de Gobernación para dar a entender que su candidatura no tiene objeciones dentro del PRI. Es por ello que no necesitamos saber de qué hablaron, el mensaje es claro, en el PRI hay unidad, o al menos simulan que hay unidad.
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