A mí sí me gustó como quedó el centro de Xalapa

Vista de la remodelación del Centro Histórico de Xalapa FOTO: JORGE FLORES MARTÍNEZ
- en Opinión

Jorge Flores Martínez / Soy un caminante de mi ciudad y me alegra cuando las autoridades consideran al peatón en un proyecto de intervención urbana. En el caso de las obras realizadas en el primer cuadro de Xalapa me parece que los peatones fuimos considerados con la misma importancia, o poco más, que los vehículos y eso es bueno.

Sé que a algunos no les va a parecer, pero el tráfico en una vialidad no empeora ampliando el área destinada a los peatones, por el contrario, al ser un perímetro con mejores condiciones para el peatón, se estimula a que se realicen recorridos a pie.

Las ciudades como Xalapa deben de realizar políticas que desalienten el uso de vehículos particulares, sobre todo en su perímetro central, que por lo regular es el que contiene la memoria histórica y los elementos de reconocimiento de la ciudad; este tipo de políticas molestan a un amplio sector de la sociedad, es normal y perfectamente predecible que se encuentre resistencia en su aplicación, es algo que seguramente anticiparon las autoridades municipales.

Los trabajos realizados en las calles de Enríquez, Primo Verdad, Leandro Valle, Zaragoza y parte de Lucio obedecen a un proyecto integral, donde, como dije antes, el peatón fue considerado, por primera vez, como un elemento con la misma importancia que los vehículos. Es indispensable considerar que las banquetas se encontraban más saturadas que el arroyo vehicular y que, en algunos puntos representaban serios riesgos.

El problema del tráfico en la ciudad no empeora o mejora con un carril más o menos, este obedece a factores más complejos que van desde un parque vehicular excesivo, transporte público deficiente y, por supuesto, el más importante de todos, una ciudad con una traza urbana de más de 400 años.

Claro está, que este tipo de intervención urbana debe ir acompañado de políticas de transporte público inteligentes, que dejen de una vez por todas los intereses particulares, partidistas o económicos de unos cuantos.

En los años cincuenta y sesenta, la política que se siguió fue demoler cuadras enteras de edificios de gran valor arquitectónico, con la intención de ampliar las vialidades y así solucionar el problema del tráfico vehicular en el centro de la ciudad. Con el paso de los años se vio que esta política tuvo un pobre desempeño y la pérdida arquitectónica e histórica de la ciudad fue enorme.

En la actualidad se tiene claro que los centros históricos tienen un gran valor, son el gran cohesionador social y, por supuesto, los que contienen la memoria histórica de la sociedad, es indispensable que estos perímetros reciban un tratamiento diferente al resto de la ciudad.

En los últimos años se han realizado intervenciones en centros históricos de diversas ciudades en todo el mundo, todas y cada una de ellas apuntan que la peatonización es la política adecuada y con mayor viabilidad económica y social, puesto que las áreas peatonales tienden a ser espacios que detonan el potencial comercial y generan la convivencia social de la ciudad.

En su momento, cuando se peatonizó la calle Madero, en el centro de la Ciudad de México, se enfrentó una resistencia por parte de un sector de la población y de los comercios instalados en esa calle. Hoy en día, nadie pensaría en volverla vehicular, los beneficios son mucho mayores a cualquier perjuicio que se pudiera considerar como argumento.

Estoy convencido que, en el mediano plazo, en Xalapa, la política deberá considerar la peatonización de algunas calles del primer cuadro, pero reitero, este tipo de acciones deberán, en un futuro, acompañarse de políticas que desalienten el uso de transporte particular, generar transportes alternativos, trazar rutas peatonales y, centros de transbordo multimodales en puntos estratégicos. De otra manera, solo serán acciones cosméticas.

Bien por el alcalde Américo Zuñiga, el centro de Xalapa requería de una intervención y los trabajos realizados fueron muy importantes después de más de 60 años de olvido, espero que la próxima administración continúe con estos proyectos en el centro; por ejemplo, quedó pendiente la calle de Úrsulo Galván, que bien podrían considerarse.

La ciudad es de todos y es indispensable que seamos los ciudadanos los que nos apropiemos de los espacios públicos.

 

No puedo dejar de comentar, ver a José Antonio Meade como candidato del PRI es muy interesante, es el primer paso de la metamorfosis electoral que nos van a vender en las próximas elecciones; el PRI que quiere parecerse al PAN, Morena al PRI, el PAN a Morena y tristemente, el PRD al PRD.

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