Arturo Reyes Isidoro / Primero fue, ayer mismo, el propio Secretario de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray, quien salió a atajar el huracán político que desató con sus desmesurados elogios públicos al todavía Secretario de Hacienda y Crédito Público, José Antonio Meade, que se tomaron como un predestape de la candidatura presidencial de éste. Más tarde lo haría el propio presidente Enrique Peña Nieto, que en los hechos es el verdadero líder del PRI.
¿Qué pasó? ¿Sus reacciones indican que se “cayó” Meade? Me atrevo a opinar que no, que la decisión ya está tomada a favor del ahora titular de Hacienda, pero que cuando el Presidente envió a Videgaray a mostrárselos a los representantes de los gobiernos extranjeros, o cuando autorizó al Canciller que lo ponderara ante tan distinguidos personajes, a Videgaray se le pasó la mano y ninguno de los dos midió las reacciones que se iban a desatar y se asustaron.
Se asustaron porque se dieron cuenta que estaban rompiendo las formas de su partido, que no obstante el verticalismo que lo rige le da su lugar a la nomenclatura formada por los consejeros, que son los que en Consejo Político deben elegir al candidato –es un decir– aunque éste ya haya sido elegido por el Presidente. Un ilustre veracruzano, tuxpeño, don Jesús Reyes Heroles, el mayor ideólogo que ha tenido el PRI, bien lo sentenció: la forma es el fondo.
Pero además, las reacciones que dejaron la idea de un predestape seguramente los hicieron ver, o alguien les hizo ver, que podrían acusarlos ante el INE de un acto adelantado de campaña, de ahí también el apresuramiento para tratar de aclarar lo que de todos modos ya está decidido.
El miércoles, durante la Reunión Anual con el Cuerpo Diplomático Acreditado en México, al titular de Relaciones Exteriores poco le faltó para proclamar héroe de la patria a su amigo de estudios en el ITAM e incluso lo comparó con el fundador del PRI Plutarco Elías Calles.
Modesta voz de provincia, así como lo consideré prácticamente el destape, la reacción se dio en todo el país en forma similar. Seguramente Peña Nieto se dio cuenta entonces que él mismo rebajaba su imagen como el Gran Elector que es y que el crédito se le daba a su álter ego Videgaray, y entonces decidieron tratar de recomponer las cosas desde temprana hora.
Así, a través de Twitter, el Secretario Videgaray llamó a no confundir los elogios que había lanzado a Meade y comentó que el miércoles acudieron otros secretarios a la reunión con el Cuerpo Diplomático, a quienes también reconoció.
“Ayer tres secretarios impartieron conferencias en la Cancillería, y a los tres los presenté con calidez, gratitud y reconocimiento a su talento y trayectoria. No hay que confundir eso con otra cosa. Las decisiones políticas se tomarán donde deben tomarse“, escribió.
En realidad, eso creo, la aclaración-intento de contención de Videgaray no tuvo la misma repercusión que sus palabras un día anterior, la idea del predestape prevalecía y entonces tuvo que salir el propio Peña Nieto a tratar de calmar las aguas y recomponer las formas.
De gira por La Paz, Baja California, él mismo se acercó a los reporteros quienes le preguntaron sobre el “destape” de Meade, pregunta que seguramente esperaba, y a botepronto expresó: “A ver, yo creo que andan bien despistados todos, yo creo que el PRI no habrá de elegir a su candidato, seguro estoy, a partir de elogios o aplausos”.
Declaró que el tricolor tiene muchos cuadros, de entre quienes saldrá el abanderado. “Yo creo que son muchos los servidores públicos, los cuadros que han sido mencionados, que tienen trayectoria, que tienen reconocimiento, que tienen méritos y creo que dentro de ellos, el PRI, como lo ha hecho siempre, con un gran compromiso con México, habrá de seleccionar a quien tenga las mejores condiciones para la competencia que habrá de enfrentar”.
Agregó entonces que los tiempos los ha establecido la autoridad electoral y que será el partido, con base en ello, el que decida cuándo dar a conocer quién será su candidato.
“El PRI yo creo que está en trámite, al igual que los otros partidos, yo creo que el Instituto Nacional Electoral ha definido tiempos, y serán los partidos conforme a sus propios estatutos los que definan método y los tiempos“, comentó.
Tiene razón. Como Jefe Político del país y del priismo tenía que poner las formas en su lugar. No podía ni puede dejar la impresión de que no es él quien dice la última palabra o la palabra decisiva ni que los consejeros de su partido sólo van a llegar al Consejo Político Nacional a saber que un Secretario ya adelantó lo que se supone que ellos apenas van a aprobar. Pero, además, corría un riesgo de rebelión si hubiera permitido que no se respetaran las formas y no le diera su lugar a la que se supone es la máxima autoridad del PRI, que es la representación del Consejo Político.
Peña quiso negar lo que es innegable: que él ejerce el dedazo, y dar la idea de pluralidad y democracia interna, que son una simulación. De ahí que haya hablado de cuadros. Tuvo razón cuando dijo que no se elige a partir de elogios o aplausos. Basta un solo aplauso, que es el de él, pero hay que dar la idea que es el priismo de todo el país representado por los consejeros nacionales el que decide. Democracia pura, pues.
Además, eso creo, si se hubiera dejado correr la impresión de que Videgaray ya había destapado a Meade, lo que así fue, según mi parecer, se hubiera desnaturalizado la convocatoria que se emitió por la tarde. Insisto, a mi juicio, no se calcularon los efectos del predestape que hizo el Secretario de Relaciones Exteriores.
Lo cierto es que lo que dijo ayer Peña Nieto levantó otra ola de comentarios que, como ocurrió cuando habló Videgaray, desató las más diversas reacciones y hubo quienes en automático tomaron lo que expresó como señal de que el candidato no será José Antonio Meade, cosa que desde mi modesto punto de vista, no es así.
El caso Reyes Heroles-Echeverría
Lo que está ocurriendo no es igual pero me hace recordar la vez en que el entonces dirigente nacional del PRI, don Jesús Reyes Heroles, quien tenía una gran autoridad y actuaba como un auténtico líder político, porque además lo era, decidió conducir el proceso sucesorio de Luis Echeverría con total independencia del Presidente. En el año 1976, si no mal recuerdo, recomendó a los precandidatos de entonces tomar pasiflorina y té de tila para que se calmaran porque, les dijo, primero sería el plan, luego el hombre. En esas estaba, presidía un acto en un cine frente al Hotel Regis que se cayó por el sismo en 1985, cuando se enteró que mientras que él proclamaba su método, Echeverría ya había destapado a José López Portillo. Esta facultad, esta decisión se le estaba yendo de las manos ahora cuando la percepción que había quedado era que había sido Videgaray quien había llevado la voz cantante.
Y el histórico “carbonellazo”
No fue el caso sucesorio del gobernador Rafael Murillo Vidal en Veracruz cuando el mismo don Jesús, en su calidad de presidente del CEN tricolor, echó abajo la precandidatura de Manuel Carbonell de la Hoz, a quien destaparon desde Xalapa queriéndose pasar por alto la autoridad de la cúpula nacional, y vinieron aquellas históricas 8 columnas del diario Excelsior de: “Yo, como veracruzano, no he votado por él”. Y Carbonell se cayó y surgió la candidatura de Rafael Hernández Ochoa. La relación de don Jesús tanto con Echeverría como con López Portillo terminó mal pero la historia le ha dado la razón y su figura se ha agigantado con el paso del tiempo por haber querido hacer las cosas bien y cuando no pudo renunció con mucha dignidad, tanto a la presidencia del PRI como a la Secretaría de Gobernación.
Yo no soy político pero estuve adentro, pasé por las entrañas del dinosaurio y sé muy bien, como lo saben los viejos políticos priistas, que cuando se emite la convocatoria es porque ya hay candidato, por lo que eso de Peña de que se va a seleccionar de entre “los cuadros” es puro cuento para cubrir las formas. Pero ya no tarda en que quede todo en claro. Puedo estar equivocado en mi apreciación, pero esperaré para confirmarlo.
En tanto, en Xalapa se convocó ayer a Consejo Político para el sábado al medio día en el salón Ghal, para ratificar la decisión que se tome en el Consejo Político Nacional. Para cubrir sólo las formas. Será de trámite, pero todos querrán estar ahí.
Martínez Zaleta busca ser senador
Dentro de toda la efervescencia política que hay, ayer el exdirigente estatal Edmundo Martínez Zaleta anunció su decisión de buscar la candidatura al Senado por el PRI e hizo autocrítica sobre la forma en que se deciden las candidaturas, lo que ya comentaré con más amplitud.