Armando Ortiz / De un jefe delegacional se puede entender, de una insulsa secretaria de Cultura también, pero que el magistrado presidente del Poder Judicial del estado de Veracruz se pase por el arco del triunfo las resoluciones de un juez federal, pues plano no se entiende. ¿Quién se supone que sabe más de leyes en el estado de Veracruz? Pues el magistrado presidente. Y es que desde hace meses un juez federal ordenó que se reinstalara a personal del Poder Judicial que fuera despedido y sin embargo Edel Álvarez Peña, magistrado presidente, se ha negado a acatar esa resolución. Habría que recordarle al magistrado que un jefe delegacional ya fue destituido de su puesto por desacato y está en espera de que la justicia lo llame a cuentas; la secretaria de Cultura estuvo a cinco minutos de ser destituida por no cumplir con la resolución de un juez federal. O algo sabe Edel y por ello no acata esas resoluciones, o de plano vamos a creer lo que dijo la magistrada Yolanda Cecilia Castañeda en alusión a él, “ya cualquier pendejo puede ser magistrado”.
Edmundo Martínez Zaleta, pide que no lo den por “muerto”
¿Quién le habrá puesto “el muerto” a Edmundo Martínez Zaleta? Para empezar el se siente muy vivo y antes de que se lo preguntaran ya hizo su conferencia de prensa para decir que quiere ser senador de la República. Martínez Zaleta dice tener 51 años de militancia, es decir, el se hizo miembro del partido en 1966, cuando el PRI era un partido hegemónico en Veracruz y en todo el país. Ya fue alcalde de su natal Papantla, en los 80s fue diputado federal hasta en dos ocasiones, década en la que también fue dirigente estatal del PRI. Se ha desempeñado en diversos cargos públicos. Por lo que se ve en su currículum tanto Fidel como Duarte lo trataron con desdén, pues nunca le dieron un puesto de relevancia. El alcalde Américo Zúñiga le dio el puesto de director de Tránsito Municipal en esos años en que Bermúdez Zurita y sus grúas lo controlaban todo y él no podía ni siquiera sacar un carro del corralón. Pues este septuagenario militante del PRI quiere ser senador, pero falta que su partido lo quiera como su candidato y después de eso falta que los electores voten por él. Pero para empezar el levanta la voz y pide que no lo den por “muerto”.
#LadyMuertadeHambre, diputada local
Como usted lo oye, la señorita Samantha Sáenz no sólo andaba por el Congreso tomando fotos a su tía Tanya Carola, sino que además andaba reconociendo los que serían sus territorios. Se sentaba en los sillones de la curul para ver si le amoldaba bien el asiento en sus posaderas, ya conocía a ciegas el camino al tocador, se aprendió los gestos displicentes de los diputados y hasta la manera cómo los de Morena tratan a los periodistas que cubren la fuente, como unos muertos de hambre. Y es que la familia de esta #Lady buscaba impulsarla como diputada local para las próximas elecciones. Después de las declaraciones de Manuel Huerta, dirigente estatal de Morena, la familia se fue con todo ante la bancada de ese partido para exigir que la «carismática y bien hablada» joven pueda cumplir su sueño de servir a la patria. Morena se ha convertido en una agencia de colocaciones, con eso de que en algunos distritos si postulan una vaca, la vaca gana, y si no que le pregunten a Tanya Carola. Cómo es posible que una persona tan insulsa como la señorita Carola, tan mal asesorada, tan limitada pueda tener tanta influencia en ese partido; tanta como para querer imponer, junto con su familia, a la #LadyMuertadeHambre como diputada.
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