Jorge Flores Martínez / Lo hemos comentado en este espacio, en la candidatura de Miguel Ángel Yunes Márquez a la gubernatura de nuestro estado no existe el menor impedimento legal, él tiene todo el derecho de aspirar a suceder a su padre, después de todo lo que la ley no prohíbe, lo permite.
Visto desde este punto de vista no se puede elaborar un argumento suficiente para negarle o reducir sus derechos políticos, lo que si podemos es cuestionar ¿por qué él y no otro? Y es que encontramos que no existe la menor intención de abrir las opciones, es decir, es él o él.
No me gusta mucho la idea de la sucesión de padre a hijo en nuestro estado, creo que solo sentaría precedentes negativos, fortalecería distorsiones en nuestra incipiente democracia y, por supuesto, complicaría aún más, la participación ciudadana a cargos de elección popular al abrirse sin cuestionamiento alguno la sucesión entre familiares en alcaldías y diputaciones.
No se cuestionan sus resultados como alcalde Boca del Río, en términos generales me parecen bastante aceptables, su actitud crítica y por momentos beligerante durante la administración de Javier Duarte, desprendiéndola de los intereses electorales, fueron puntos que han sumado a su trayectoria, así como su participación en la toma de la Casa Veracruz, que todos seguimos en su momento.
Pero yo hubiera preferido un político de diálogo y conciliación, el momento de la violencia electoral ya terminó, no encuentro como acomodar un discurso beligerante cuando la intención es suceder a su padre en la gubernatura. ¿Seguirá con el mismo tono contra la fidelidad-próspera? No lo veo posible, es más, si esa es la estrategia electoral que tienen planeada, no creo que les dé resultado.
Ahora, si la intención es replicar los resultados de Boca del Río en todo Veracruz, la verdad es que encuentro muchos peros. Boca del Río es resultado del trabajo y visión de muchos veracruzanos y él solo encontró una excelente circunstancia para gobernar, no es lo mismo Boca que Tehuipango.
Puede ser una buena idea llevar de dos a seis años el proyecto político de los Yunes. Pienso en una campaña donde atempere su beligerancia y escuchemos sus propuestas de transformación que requiere Veracruz. Como xalapeño tengo dos inquietudes; la primera es la capitalidad de Xalapa y, la segunda es su misma sucesión, espero que no tengan contemplado otros seis años más.
Para terminar, una cosa es obtener la candidatura por el PAN-PRD y la otra es ganar la elección, el reto es muy grande; hacer campaña contra José Yunes, un adversario que no se enoja, debe ser una pesadilla, y los de Morena, siempre dispuestos a realizar una campaña de guerrillas, esas de baja intensidad, pero constantes, sin mucho, pero con todo.
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