¿Y qué esperaban? Usted cree que Ricardo Anaya se iba a echar encima un montón de alimañas panteoneras y tepocatas prietas, como dijera el imbécil de Fox, para que viniera otro y se quedara con la candidatura del famoso Frente Ciudadano. Una de las más grandes alimañas que lo quiso picar con su veneno etílico fue Felipe Calderón, quien después de pactar con Los Pinos echó a andar la precandidatura de su esposa Margarita Zavala.
La señora Zavala recorrió todo el país en camiones de lujo que ni Obama tiene, acompañada de miembros del Estado Mayor Presidencial; al menos así la vimos llegar cuando visitó Xalapa; ya después andaba más modesta. Calderón y la Presidencia hicieron todo lo posible por poner a Margarita en la candidatura pero siempre se tropezaban con Anaya. Por eso le echaron encima a El Universal, le echaron encima a cualquier periodista que se dejara comprar.
Sacaron lo de sus propiedades, las propiedades de su familia, lo de sus hijos en Estados Unidos, lo de sus viajes semanales para poder estar con ellos. Pero el presidente del PAN aguantó vara, se tragó los corajes, denunció a El Universal y ganó una réplica, al final echó a la Zavala fuera de las filas del PAN, aunque la pus del marido no se quiso salir. Ahora sólo le queda correr a Mancera y a Moreno Valle; ¿podrá?
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