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Enrique Peña Nieto, un presidente con piel de anfibio

Se supone que un mandatario debe ser tolerante a la crítica de la sociedad civil y de los medios de comunicación críticos. Debe tener piel de cetáceo para poder sobrevivir en el ámbito político. Sin embargo, ya nos dimos cuenta que el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, tiene piel de anfibio, ya que resiente mucho las críticas a su gobierno e instituciones.

El quejarse en los medios televisivos de que la sociedad civil sólo magnifica los errores de su gobierno y deja de lado los logros, es una señal de la poca tolerancia hacia las críticas de la sociedad civil y de los medios de comunicación. También es una señal de la mala relación y poca comunicación entre su gobierno y sociedad.

Para Peña Nieto, quien por cierto se va debilitando rápidamente cada día más al acercarse la fecha de las elecciones, eso es considerado bullying. De manera que el primer mandatario mexicano confunde el acoso con la crítica. El bullying implica un abuso y maltrato de un poder superior a otro inferior. Y en México, casi siempre existe un abuso por parte de las fuerzas de seguridad y del propio Ejército en contra de grupos vulnerables de la propia sociedad civil.

Así que sería bueno que el grupo de asesores, que seguramente cobran muy buenos salarios, le aconsejen al jefe del Ejecutivo que «aguante vara» y trate de componer lo que su gobierno ha hecho mal y deje de estar de chillón.

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