Vaya con estos aprendices de todo y maestros de nada. Se parecen a Guillermo Trujillo, el pseudo líder de los evangelistas, a quien le quitamos las ganas de opinar cuando descubrimos que Fidel y Duarte le dieron placas de taxi a él y a su familia. Ese señor opinaba de todo cuando se sentaba en un café, desde el clima hasta la cura para los sabañones.
Lo mismo sucedía con Manuel Huerta, quien parece ser ya se curó de su diarrea verbal. Ahora viene este sujeto que dice ser Coordinador de la Casa de Gestión del diputado federal Cuitláhuac García. Por supuesto, lo único que quieren hacer es ruido, mucho ruido para disimular su inoperancia.