Antonio Trujillo y Perdomo / Muy a la calladita como quien dice en privado, así fue la ceremonia del hundimiento del buque destructor Comodoro Manuel Azueta, luego de haber prestado servicio por más de 40 añejos. A 20 kilómetros de la costa veracruzana será su tumba marina, por la punta de Antón Lizardo, aunque en realidad se transforma en fábrica de vida marina, o arrecife artificial. Un excelente final, de aplauso.
El preciso Peña asistió al sepelio del buque destructor le acompañó el Miyuli como protocolo como gober anfitrión que es. Ya la actividad del barcote podría representar peligro para tripulantes y demás personal porque el metal ya no tenía la consistencia de hace 50 años y en un oleaje pesado marejada o tsunami se podía descuajaringar, como quien dice lo hundieron como una labor de previsión. Así lo aconsejan los expertos en esa cosa de la navegación marina y hay que hacerles caso porque si no…ay nanita, qué de cosas pasan.
Y pos, si de prevenir se trata entonces hay que darle prisa a otra previsión de algún accidente fatídico; por desidia, por ignorancia o por intereses privados, o sencillamente por falta de atención, ¡pa´pronto!
Urge el desguace del casco del barco cañonero “Guanajuato”, el que en un tiempo cumplió su función de adornar la turística “Plaza Banderas” en la ribera de la cabecera municipal de Boca del Rio. Ojo, por previsión, no soslayar la importancia del tema. (Y nomás les recuerdo que el Colegio “Rébsamen” colapsado por el temblor en la ciudad México, se desbarató como mazapán por falta de previsión, mantenimiento y supervisión de estructura de construcción, y la dueña va que vuela pal bote, punto.)
Para el común de los visitantes al lugar donde está enterrado lo que fue un barco –no está flotando como cuando se los donó al gobierno de Veracruz la Secretaría de Marina- para los turistas se torna molesto y con riesgo de salud la pestilencia y abandono de la ribera precisamente en esa parte del rio, el acumulamiento de desperdicio, palizada y natas representa hasta un peligro para la salud, es neta la observación no es choro mareador ni Toluca estilo Carvallo violín.
Si en la cubierta se brinda servicio de fonda y chelería ya es tiempo de que termine esa concesión, y no lo digo por estar en contra de la iniciativa privada, sino porque es más importante la vida de una sola persona, que todo el beneficio que pudiera acarrearles a los concesionarios o a las autoridades municipales boqueñas o estatales, ¿por qué habría de cargar la autoridad municipal de protección civil una probable responsabilidad por no atender este peligro latente?
El “Guanajuato”, el “Guaya” de Ecuador y otras naves son de construcción antigua, -más que el recién hundido “Azueta”- pos sus estructuras se mantenían unidas por sistemas de remaches (el Azueta, con soldaduras) por ello es que paulatinamente fueron sacados de circulación y en el caso del Gto donado para que sirviera de atractivo turístico, ¡pero ya chole! Ya es un peligro para Veracruz, así como es y no exagero.
La quilla está podrida, no le dieron mantenimiento, no hubo dragado para mantenerlo a flote, está “sentado” en la arena y con una marejada, vientos, o algo extraordinario como un temblorcito de los que no avisan el cascarón de barco se va lado, se acuesta; dado que ya no navega pos no puede irse de pantoque. Pero de que se da en la madre, se da. Entons, ¿qué necesidá de que aiga un accidente si se puede prevenir?
Don papayunes y chikiyunes deben ser previsores y evitar la tragedia de que unas 500 toneladas de fierro viejo y oxidado que fueron barco hace unos 60 años, cayeran y aplastaran todo durante un desplome, ¿y si hubiera gente a bordo en ese momento? turistas, trabajadores de la fonda, estudiantes en visita ¡Dios nos libre!. Cruz.. cruz..que el chipo se me haga chicharrón.
El muelle de la estructura está quebrada, inservible, ya dio lo que tenía que dar, los visitantes a la fonda y cervecería tienen que subir por la parte de popa o como quien dice por atrás, ¿más pruebas de su vejez terminal? La podredumbre, corrosión y oxidación del metal del fondo se está haciendo polvo de óxido que arrastra la corriente del rio misma que lo lijó y desgastó, ya no tiene las láminas de zinc que absorbían esa energía, la energía estática contínua le afecta molecularmente.
Y otra cuestión importantísima, el cascarón ya no puede ser remolcado aguas adentro para que tuviera el mismo fin que el “Azueta”, es necesario el desguace, pero ya ya ya.
Hay especialistas que recomiendan el desmantelamiento del casco de fierro para evitar una tragedia. Y también hay quienes de inmediato se harían cargo de ello, preguuuunnnntame aaaaabrron, preguuunntame, sin costo pa´l gobierno y ganancia pal DIF; aaaaayyyy papá, el remedio y el trapito pus qué.
Lo que no deja de ser cierto es que el fin digno de una nave como el “Azueta” viste y es de 10 para el Secretario de Marina; en el caso del Guanajuato donde al parecer la decisión del desguace ya no correspondería a SEMAR sino al Gobierno del Estado también sería un digno término de función de la nave. Digo ¿no?
En un tiempo impredecible pero seguro pudiera ocurrir una tragedia que daría noticia de 8 columnas, cuando que se puede prevenir ordenando el desguace del casco de un buque podrido, pa´pronto y de volón camaradas.
GUIJARRO: Antes de la Navidad 2017, un vaho de nauyaca podría percibirse en Pacho Viejo, o en un Federal, o en los EUA. Al tiempo, como dice don Premio Nacional.
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