La Nueva Ley Anticurrupción y otros cuentos

El diputado Vicente Benítez González FOTO: WEB
- en Opinión

Jorge Flores Martínez / La anterior ley sirvió para un pepino y, esta tendrá el mismo servicio para los veracruzanos.

La semana pasada se aprobó en el Congreso del Estado la Ley Anticorrupción, ¿sirve para algo?, no creo; es más, estoy seguro de que será absolutamente inútil como cualquier otra ley que hayan aprobado, con anterioridad, en este sentido, y es que no tiene caso aprobar leyes, anunciarlas y promulgarlas, mientras no exista la verdadera intención política de combatir la corrupción.

Lo lamentable, de este caso, es que esta nueva Ley fue votada por los diputados que están señalados de desfalcar a Veracruz, de ese tamaño es el engaño y el cinismo que nos ofrecen desde el Congreso.

Voy por partes, al PAN se le documentó la utilización de empresas fantasma durante la campaña electoral anterior, se valió del mismo mecanismo que la fidelidad-próspera, utilizaron empresas inexistentes para lavar los recursos que nuestros impuestos les otorgan para realizar proselitismo. ¡No se vale!

Se tiene información, en los medios, que la reestructura de la deuda de Veracruz se realiza por medio de un intermediario que es señalado de enriquecimiento inexplicable, y lo peor fue inhabilitado por diez años por la Secretaría de la Función Pública.

Todos los días, ya sea la Auditoria Superior de la Federación o el Órgano de Fiscalización del Congreso del Estado nos dan aviso de multimillonarios desvíos de recursos de las cuentas públicas de años anteriores, la suma de las observaciones rebasan los 70 mil millones de pesos, y no ha pasado nada.

La misma Contraloría General del Estado, en las administraciones pasadas, fue omisa, por decir lo menos, en su tarea de fiscalizar los recursos durante años. Es más, aún se recuerda el paseo por todos los medios nacionales, del contralor y otros funcionaros estatales donde justificaban cínicamente la legalidad en la contratación de empresas fantasma por parte del gobierno del estado.

Se tienen los antecedentes, se saben los mecanismos con los que han desfalcado el erario del estado, no hay duda del grado de perversidad de nuestros funcionarios. Se saben impunes, están claros que cualquier ley les queda chica, mientras les reste el recurso de la negociación política.

No creo que una Ley que ellos mismos elaboran tenga alguna utilidad, es más, creo que la redacción, de la misma, contiene una serie de salidas de escape que ellos mismos prevén.

Lo anterior sin contar con la falta de voluntad política, esa que se puede definir como intención y acción. Es muy difícil como ciudadanos creer, si ellos no tienen la voluntad, nosotros ya perdimos la esperanza, y así, pues no hay para donde jalar.

Pueden anunciar lo que les guste, están en libertad de redactar lo que les plazca, es más, pueden, si así lo desean, promulgar y decretar lo que les venga en gana, lo que los veracruzanos queremos es la aplicación de la ley, cualquiera que sea, ya estamos cansados de ver como en cada administración nuestro dinero, el dinero de todos, sirve para que algunos delincuentes amasen fortunas insultantes.

En mi opinión, la corrupción no se combate con nuevas leyes, la honestidad no es posible decretarla, se trata siempre de aplicación de la ley, de equilibrios entre los poderes y, lo más importante, de algo que por momentos no consideran, ética en los funcionarios públicos.

Espero equivocarme, realmente me gustaría pensar que esta Ley combatirá la corrupción, pero temo decepcionarme.

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