Apenas esta semana que termina, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) denunció que la empresa Odebrecht fue beneficiada con un sobreprecio en contratos para levantar obras en ese sitio por más de 800 millones de pesos, supuestamente, para supervisar la reconfiguración de la refinería. Además, la presencia de José Antonio Meade, Osorio Chong, del gobernador de Hidalgo, Omar Fayad, y del director de Pemex, José Antonio González, quien señaló reiteradamente que la empresa tiene finanzas estables, mejorables, pero estables, deja entrever que existe una complicidad para tapar el escándalo de la empresa Odebrecht.
Todo fue miel sobre hojuelas para el presidente y sus fieles adalides que secundaron sus declaraciones con aplausos y hurras. Sin embargo, en la realidad el propio director de Pemex declaró: «Hicimos un ajuste de gasto grande, con un enorme sacrificio de muchos de los trabajadores de Pemex. Tomamos medidas para fortalecer el balance financiero de la compañía». En otras palabras, hubo miles de trabajadores despedidos, gracias a las bondades de la administración de Peña Nieto.