Los que diseñaron la Reforma Educativa lo hicieron desde el punto de vista de un funcionario rodeado de doctores en estadística, doctores en pedagogía, psicólogos y líderes sindicales de la educación. Sin embargo, poco tomaron en cuenta el punto de vista de los maestros en las aulas. Del maestro que camina una hora para llegar a su aula y que sabe que algunos de sus alumnos caminan más que eso. No tomaron en cuenta al maestro que no termina su trabajo cuando suena la campana de salida, sino que su trabajo lo continúa en casa.
Por eso, la Reforma Educativa, por mucho que digan que la han echado a andar, no funciona. Que una persona vea las cosas desde otro punto de vista no quiere decir que sea mentira, pero si ese punto de vista está nublado, otra vez por ciertas animadversiones, entonces la mirada se contamina y eso se puede parecer a la mentira.