Finalmente se casó el Cisne, y se casó con Cindy, quien por cierto merece todo nuestro respeto, pues ella no tiene la culpa de las acciones de su ahora marido. La boda, dicen los que fueron, estuvo muy padre, muy de primer nivel, muy romántica y muy llena de exduartistas, según nos comenta el periodista Quirino Moreno quien, para no errar el tiro, se templa en la paciencia y dice que pronto nos dará los nombres.
Pero ya imaginamos quienes podrán ser: sus compañeros veracruzanos de bancada en la Cámara de Diputados. Entre los asistentes seguramente estuvo su tapadera; no, no nos referimos a Duarte, sino al diputado Ricardo Ramírez Nieto, quien como presidente de la Sección Instructora de la Cámara de Diputados lo exoneró y con esto le dio un poco de tranquilidad para que Alberto Silva se casara.
Pero todavía queda una última instancia, y es en el pleno de la Cámara de Diputados donde se decidirá el futuro de Tarek y este recién casado que ahorita puede disfrutar su luna de miel; a ver si al rato no tiene luna de hiel.
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