Atrás quedaron los años de medianía, cuando Alejandra Barrales Magadaleno, vestida con un uniforme azul y con un gorrito coqueto, ofrecía almohadas para la cabeza o insistía en probar un wiski en los viajes de primera clase. La simpática sobrecargo se hizo la representante sindical y de ahí pal’ real la cosa cambió para ella.
Se metió a un partido de izquierda, se hizo novia de Miguel Ángel Mancera, y éste, cuando llego al gobierno de la Ciudad de México, le dio como premio de consolación la administración de la Educación. Hoy, para variar, en El Universal se da a conocer la noticia de que la presidenta del PRD no vive en una casa del Infonavit, ni mucho menos en un departamento afectado por los sismos.
La encargada del PRD, quien también forma parte importante del dichoso Frente Democrático, con Ricardo Anaya y Dante Delgado, vive en una casa en Las Lomas que vale la friolera cantidad de 13 millones de pesos.
Pero esa casa tan sólo es una de las propiedades de esta representante popular. En Miami cuenta con un departamento de más de 14 millones de pesos. Y tenga la seguridad que aún se descubrirán más propiedades de la humilde Barrales Magdaleno. Y eso que el PRD es un partido de izquierda.
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