Sabe usted qué tienen en común los personajes de la siguiente lista: Javier Duarte de Ochoa (Veracruz), César Duarte Jáquez (Chihuahua), Roberto Borge Angulo (Quintana Roo), Humberto Moreira Valdés (Coahuila), Arturo Montiel Rojas (Estado de México), Mario Marín Torres (Puebla), Ulises Ruiz Ortiz (Oaxaca), Tomás Jesús Yárrington Ruvalcaba (Tamaulipas) y Fidel Herrera Beltrán (Veracruz).
Todos ellos robaron a manos llenas del erario público y se enriquecieron vergonzosamente, y por cierto, todos ellos son emanados de las filas del PRI. La sociedad mexicana, en sus respectivos estados, reclama acciones concretas. O sea, cárcel para los gobernantes corruptos y aquellos que en su momento desviaron recursos.
Pero no se sorprendan, estos exgobernadores sólo siguieron las pisadas del inquilino de Los Pinos. Dentro de su parca manera de pensar, el gobernante federal pidió perdón a los mexicanos por el asunto de la Casa Blanca de su consorte, La Gaviota. Lo que los mexicanos queremos, como antes se dijo, es cárcel para estos ladrones y devolución de bienes. Solo de esa manera se podrá recuperar la confianza en las instituciones encargadas de procurar justicia.
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