CAEV: el lodazal de los yunistas

Comisión del Agua de Estado de Veracruz (CAEV) FOTO: COATZA DIGITAL
- en Opinión

Mussio Cárdenas Arellano /

* Esparza: sus protegidos también roban  * Coatza: y la banda sigue ahí  * Nanchital: Emilio León, en la mira  * Un dilema de 2 millones  * PAN: Margarita no provocó un éxodo masivo  * Prestanombre de Duarte se ríe de la PGR  * CAEV: va Lorenzo Castillo  * El gober de la plenitud y la escort  * Idilio en París

Al estilo Duarte, devora el yunismo los dineros de CAEV, las finanzas del sistema de agua que sirven para forjar fortuna y riqueza entre la mafia del poder azul, vía el desvío y la malversación, el atropello a la ley y la impunidad.

Roban los de arriba y los de abajo, los de mano fina y los de actuar burdo, el que libera pagos a empresas que cobran con sobreprecio o que detenta contratos que vulneran la normatividad, o el que extingue adeudos en sistema contable, condonando rezagos, tomando el dinero del usuario moroso y borrando su historial.

No son fidelistas, son yunistas.

No son duartistas, son yunistas.

Son los Abreu, los Félix López, los Ursúa, las edecanes y los “coyotes”, los Emilio León y la novia de Rendón, la concuña incómoda y el cuñado cañón.

Como en los tiempos de Fidel Herrera, sirven CAEV —Comisión de Aguas del Estado de Veracruz— y sus oficinas operadoras para hacer fortuna personal, con transa y marrullería, dándole a la función pública rango de negocio, otorgando contratos de servicio a firmas que realizan el trabajo del personal con salario, o llenando de barbies y chicas alegres que den a sus amos ratos de felicidad.

Como en el desastre duartista, el yunismo se goza en el dinero que llega a granel, una parte bajo el registro del sistema contable, otra de mano en mano, anulando cargos al usuario, extinguiendo huellas en la PC o por los oficios del “coyote” que opera en las sombras.

Y nada arregla su director, Víctor Manuel Esparza Pérez, cuyos protegidos y compadres encabezan el caos y el saqueo, el desvío que insulta a quienes los llevaron al poder, pues si de algo presumía el yunismo era de ser diametralmente opuesto a la fidelidad y el duartismo.

Un caso detona la corrupción en CAEV: la oficina de Coatzacoalcos, sacudida por el escándalo “Yúnete”, que costó el cargo a su director, Rafael Abreu Ponce, cuando la entrega de despensas y apoyos a damnificados por el sismo del 7 de septiembre, vía esa asociación civil, se convirtió en lucro electoral.

Horas después fue destituido Rafael Abreu. Lo sentenció el gobernador Yunes. Lo masacró en una reprimenda mediática. Sólo mediática. Y Abreu se fue.

Días después se le escuchó decir que él estaba bien con los Yunes. Y su equipo se quedó.

A partir de ahí brotó el lodazal. Se conoció el sistema de cobros alternos, pagos que los usuarios realizan sin que se registre en el sistema contable, dispensando condonaciones y perdonando recargos.

Opera aún el equipo Abreu, su alfil Félix López Ramón, cuya renuncia a la Sudbdirección de Comercialización ya se formalizó, y funcionarios menores, así como jovencitas de bajo rango, con salario de 7 mil pesos al mes y con comisiones de 5 mil pesos al día por realizar los cobros que no entran al sistema administrativo.

Nada ataja Esparza Pérez, el ex regidor por Coatzacoalcos, ex gerente de Conagua en Veracruz, cuando la corrupción del yunismo azul, sus protegidos y compadres, literalmente se comen a CAEV.

De CMAS o CAEV Coatzacoalcos, de la caída de López Ramón, INFORME ROJO expresó al detalle. Y resumió la mecánica del fraude:

Como Rafael Abreu, Félix López Ramón también se va. Deja la Subdirección de Comercialización de la Comisión Municipal de Agua y Saneamiento —o CAEV— Coatzacoalcos cuando el escándalo sacude al yunismo.

“Ahí, en el que fue su feudo, se cobraban adeudos o se dejaba de cobrar, se maquillaban las cifras o de un plumazo los pasivos pasaban a ser ceros.

“Hay audios que describen la mecánica del desfalco, la voz de los coyotes operando en las banquetas de CMAS, ofreciendo descuentos de hasta el 40 por ciento, y que se extinga la deuda. Son audios que habrán de detonar otro escándalo.

“Un personaje, Omar Aguirre, publicita el coyotaje en Facebook: ‘Amigos o conocidos que tengan problemas con adeudos con CAEV (CMAS) si les interesa saldar su deuda les tengo información por inbox’.

Omar Aguirre es cercanísimo a Emily Páramo García, la operadora de Félix López Ramón, el depuesto subdirector de Comercialización. Algo así como Operación Coyote Aguado.

“Falta por irse Jorge Ursúa, subdirector de Administración, y sus respectivos equipos, incluidos los guardaespaldas de Abreu; el insolente Arturo Canales, jefe de Recursos Humanos, cuya soberbia lo llevó a agraviar al padrastro de su patrón, y los parientes de todo el clan, que fueron por chamba y se encontraron con que aquello era un botín, y las chicas alegres —edecanes— que sólo servían para el reventón, con salario de 7 mil al mes y comisiones de 5 mil al día, quitándole el trabajo a quien en verdad tenía necesidad, y los recomendados del titular de CAEV estatal, Víctor Esparza, de Luis Rendón, de Emilio León, la vieja guardia de Integra que encontró en el feudo yunista cómo medrar.

“Sólo yéndose todos se podría creer que la limpia no es show. Pasan los días y el equipo Lemarroy no termina de tomar posesión”.

Todo en las barbas del director de CAEV, dejando actuar, dejando robar.

Otro personaje, Emilio León Villa, titular de CAEV en el municipio de Nanchital, arrastra un desastre financiero que raya en la corrupción.

Líder de Llave Ciudadana hace un par de años, la organización que se convirtió en operadora del yunismo, enfrenta un dilema mayor a 2 millones de pesos.

una versión extraoficial sostiene que Emilio León disponía de 20 mil pesos diarios y cuando se trasladaba a Xalapa, 40 mil. Así a lo largo de nueve meses.

Un día, llegó el informe a la sede de CAEV estatal. Y la subdirectora administrativa, Mónica Elizabeth Villa, se alarmó.

Sólo una parte del dinero que se le entregó tiene soporte. Otras son facturas o comprobantes sin relación con la naturaleza del cargo que ostenta aún Emilio León, un antiguo priista, petrolero, a quien el PRI desdeñó.

De las entregas de dinero y los comprobantes usados para justificar la salida de dinero, conocía la subdirectora administrativa de CAEV en Nanchital, Flor González, novia o pareja del regidor por Coatzacoalcos, Luis Rendón Martín, también ex priista, compadre de León Villa, su suplente en el cabildo.

A Flor González la cesaron ipso facto. Laboró unos meses y se fue. Se le despidió, no se le denunció.

Emilio León aduce que no hay desvío, que el dinero se usó para pagar a proveedores. Ajá.

Mano larga, Emilio León está en la mira. Pende sobre su cabeza la espada de Mónica Villa, dueña de CAEV, de sus finanzas y los mecanismos de control, con más poder que Víctor Esparza.

Es Mónica Elizabeth Villa algo más que una pieza del poder. Llegó ahí por su esposo, Abel Cuevas Melo, alfil del clan Yunes, de alta influencia en los Yunes azules, oído por ellos, atendido por ellos, operando para ellos.

Mónica Villa lo habrá de ejecutar… o solapar.

En Nanchital, las 23 colonias son abastecidas con agua no saludable y además al 60 por ciento de las colonias llega el agua por tandeos.

Emilio León incrementó el número de “aviadores” en CAEV, mientras paga cuentas por miles de pesos en restaurantes de lujo.

Llave Ciudadana se sacude. Sus alfiles, los alfiles del yunismo, son iguales o peores que el duartismo. Sus líderes, Emilio León y Luis Rendón, vía su Flor, cruzaron la línea fatal.

Esparza no se arriesga por ellos. Y León y Rendón pregonan que los Yunes los pueden salvar, así el pecado sea por 2 millones 178 mil pesos.

Saben que el yunismo destituye pero no castiga, no lleva a los suyos ante la ley.

Así se come el yunismo azul a CAEV.

Peor que en los tiempos de Javier Duarte.

Archivo muerto

Solos y su alma, los Calderón dejan el PAN. Se van Margarita; doña Cocoa, hermana del ex presidente; quizá Felipe o acaso Mariana Gómez del Campo, la senadora que a su vez es sobrina de la ex primera dama. Y hasta ahí. Hablan y parlotean gobernadores y ex gobernadores, pero de renunciar, nada. Despotrica el poblano Javier Lozano pero tampoco deja su militancia. Y así el pataleo del panismo marginal, desconectado de la realidad, que nunca vio que los negativos de Margarita Zavala no radican en ella sino en ser la esposa de Felipe Calderón, lo haya hecho bien o lo hayan quebrado los cárteles y sus socios, los priistas, y que por segunda ocasión vio frustrada obsesión de imponer candidato presidencial. Dejar el PAN fue una treta de Márgara y Felipe de pésimos resultados, abandonados por aquellos que juraban ir con ella hasta el final, los de la cúpula y los de las bases azules. Gritan y lloran pero no dejan el PAN. Refiere Proceso que Felipe y Margarita ejercían un chantaje de años sobre su partido e imaginaron que con el amago de renuncia asegurarían la candidatura a la presidencia de México. Lo que es vivir en Saturno. Dice Margarita que será candidata independiente. Quizá le pueda arrancar unos 10 votos al PAN… Fino, descarado, Alfonso Ortega lo mismo canta ante la PGR cómo robó Javier Duarte, vía empresas de papel, ideadas por su esposa Karime Macías, que dispone de bienes, los vende y los pone a salvo. Sutilmente, el ex contador del ex gobernador de Veracruz evita que sean incautados. De lo mal habido vendió 14 inmuebles ya, ganando 400 millones de pesos que suponíase son del erario público. Alfonso Ortega, aquel personaje que lavaba lo sucio, puso en venta hoteles en la zona de Tulum y Playa del Carmen, en el estado de Quintana Roo. Son más de 45 mil metros cuadrados, englobados en el fideicomiso Deutsch Bank, las que la Procuraduría General de la República no aseguró y que el sagaz Alfonso Ortega vendió sólo para dejar constancia que rufián sí es… Lorenzo Castillo Pirrón ya está donde hay. Releva a Félix López Ramón en la Subdirección de Comercialización de CMAS o CAEV Coatzacoalcos, ahí donde el coyote cobra al deudor y transforma los pasivos en cuentas en ceros; donde Omar Aguirre, el de Emily Páramo, ofrece por Facebook su gestión para extinguir los adeudos; donde de un plumazo, sólo con establecer que hubo error de medición, error de calidad de agua, las megacuentas se transforman en nada. Es Lorenzo Castillo una pieza del ex alcalde Rogelio Lemarroy, su vecino de años en la tercera calle de la avenida Gutiérrez Zamora. Hijo del empresario Lorenzo Castillo y Poly Pirrón, asume funciones en la convulsa Subdirección de Comercialización, siendo la segunda pieza de Rogelio Lemarroy en CAEV Coatzacoalcos… ¿Quién es ese ex gobernador que en sus días de poder pasó una velada romántica en el Moulin Rouge de París, y luego una noche ardiente con la jovencita que lo puso loco todo un sexenio, cuando disfrutaba de la plenitud del pinche poder? Una pista: ella antes fue escort del ex gober de Puebla, Melquiades Morales. ¿Así o más?…

 

 

Publicada en mussiocardenas.com
11 de octubre de 2017

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