Quizá a muchos el tema del gasoducto no les preocupa tanto porque no pasa por su colonia, y menos por debajo de su casa. Lo que sí sabíamos es que el tema del gasoducto se había dirimido hace ya rato y, aunque no todos habían quedado contentos, pues la decisión del gasoducto ya se había tomado. Por supuesto se sabía que esto implicaba algunas obras que se tendrían que llevar a cabo para introducir el tubo por debajo de la tierra.
Lo que no se entiende es por qué si ya se sabía que todo eso habría de suceder, ahora los que se oponen se hacen los sorprendidos. Habría que preguntar a las muchas personas que se oponen al gasoducto si en realidad se han preocupado en informarse o si sólo se están dejando llevar por las protestas de las redes sociales. A aquellos que se han informado y que aun así se oponen, nuestros respetos, su lucha se respeta.
Pero entre los inconformes hay personas que ni siquiera se han informado, que no han tenido tiempo para tener una certeza de lo que protestan y por ello se imaginan tragedias como las de San Juanico en 1984 o Guadalajara en 1992. Ahora bien, si el problema es que a los del gasoducto se les venció el permiso para instalar el tubo, pues vaya momento para querer hacerlo.
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