De acuerdo con los resultados de la encuesta “Las personas y la corrupción: América Latina y el Caribe”, el 51 por ciento de los encuestados en México dijo que tuvo que pagar algún soborno o hacer algún tipo de regalo a funcionarios para acceder a los servicios públicos. Y esa corrupción va desde pagar una mordida de 50 pesos al oficial de Tránsito, hasta el famoso 20 por ciento que los constructores tienen que dar para obtener alguna obra de gobierno.
La corrupción en nuestro país no se va a ir con el cambio de gobierno, no se va acabar ni con las famosas fiscalías anticorrupción. La corrupción en este país va a acabar cuando nosotros pongamos la muestra y dejemos de pagar mordidas; entonces, con la frente limpia podemos exigir a nuestro gobierno que deje de ser corrupto también.