La crisis que está viviendo el Instituto Veracruzano de la Cultura (IVEC) no es la primera ni será, por supuesto, la última. En el gobierno de Miguel Alemán se buscó también adelgazar la burocracia. En el Instituto Veracruzano de la Cultura, una institución relativamente nueva, no se tomó a la ligera la decisión de despedir al personal, antes bien se buscaron alternativas menos traumáticas y una de ellas fue reducir el sueldo al personal de confianza. Los descuentos fueron del 10 por ciento al 15 por ciento, y con esta solución se evitó que muchos trabajadores terminaran en la calle sin empleo.
Sin embargo, en esta ocasión, sin buscar otra alternativa, se tomó la decisión de rescindir la relación laboral de muchos trabajadores de la cultura con el gobierno que los contrata. Las razones no parecen ser razones sino excusas.
En un formato que se entrega a los trabajadores que se piensa despedir, la institución, representados por la jefa de Recursos Humanos, María del Rocío López Guzmán y por la apoderada legal del IVEC, Irene Gabriela Abad, señalan que se despide a los trabajadores por incurrir en la causa prevista en la Ley Federal del Trabajo en el artículo 46 y en el artículo 47 fracciones V y VI y X. ¿Qué dicen esas fracciones? ¡No se lo va a usted a creer!
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