Arturo Reyes Isidoro / El sábado, el senador José Francisco “Pepe” Yunes Zorrilla, en un desayuno que le organizó su correligionario político y dirigente estatal de la Liga Agraria, Juan Carlos Molina Palacios, al que acudieron el dirigente de la Confederación Nacional Ganadera, Oswaldo Cházaro Montalvo, y 400 dirigentes de distintas ramas del sector primario del campo veracruzano, entre otros, dijo que los priistas están unidos en un solo frente.
Luego de degustar tamales de barbacoa y de elote, expresó: “Hay un solo frente comprometido para trabajar por el Estado… y más cuando los adelantos democráticos que a lo largo de mucho tiempo, a través de nuestra participación, se lograron cimentar hoy están siendo amenazados sin ningún tipo de rubor, con mucho cinismo”.
Sus simpatizantes se quejaban hace no mucho que el senador se mostraba calmado y decían que querían a un Pepe más combativo, políticamente hablando. Pues ya lo empiezan a tener porque poco a poco empieza a apretar el paso con un discurso no ofensivo, ni de descalificación del adversario, menos injurioso, sino argumentativo, con base en hechos, en sucedidos.
En ese ágape, que tuvo lugar en el municipio de Medellín, Yunes Zorrilla se refirió a la detención arbitraria que ordenó el Fiscal General del Estado, Jorge Winckler Ortiz, en contra de siete ingenieros mecánicos electricistas cuando se disponían a transportar despensas para los damnificados por los sismos, detención sin ningún sustento legal y ninguna orden de un juez.
Pepe tuvo razón cuando habló de “adelantos (más bien serían avances) democráticos”
Con todas sus imperfecciones, políticamente ha habido avances en el Estado bajo los gobiernos tricolores. En los últimos dos sexenios anteriores, la oposición obtuvo, como nunca antes, gran cantidad de presidencias municipales así como diputaciones locales y federales hasta llegar a hacerse de la gubernatura.
La geografía política de Veracruz cambió, hay significativos avances de los partidos políticos, surgió una prensa más plural y más crítica, la sociedad se transformó y se volvió más vigilante y exigente e incluso ganó la calle sin que la reprimieran llegando a veces hasta el exceso de obstaculizar el tránsito.
Curiosamente, hubo intentos de bloquear a alguien pero eso se dio entre los propios priistas, como cuando Fidel Herrera Beltrán frenó primero en sus aspiraciones de llegar a la gubernatura a Pepe Yunes quitándolo de la dirigencia estatal del PRI, luego no apoyándolo para que no ganara la senaduría en su primer intento, y más tarde a Héctor Yunes Landa, al que también sacó de la presidencia de la Junta de Coordinación Política del Congreso local y lo persiguió abiertamente para abrirle paso a su hijo político Javier Duarte de Ochoa.
Ni Fidel ni Javier encarcelaron a opositores
Pero ni Fidel ni Javier Duarte intentaron amedrentar a los opositores de otros partidos metiéndolos a la cárcel, como acaba de hacer el yunismo utilizando al Fiscal, bajo el supuesto de que estaban acumulando despensas y cometiendo un delito electoral cuando ni siquiera hay precandidatos menos precampañas internas de los partidos.
El objetivo era amenazar a la Directora de Servicios Públicos Municipales del Ayuntamiento de Veracruz, Fabiola Balmori Durazzo, una joven mujer pero vieja activista del PRI en el puerto jarocho, tanto para frenarla porque tiene aspiraciones políticas, como para enviar un mensaje intimidatorio a todos los opositores de que también pueden ir a prisión si intentan hacerle la competencia al grupo ahora en el poder.
No tengo duda de que a eso se refirió el senador cuando dijo que esos avances están siendo amenazados ahora “sin ningún tipo de rubor, con mucho cinismo”, porque no sólo se trata de inhibir a los opositores metiéndolos a la cárcel, sino también de mantener el control del poder a toda costa por encima de acuerdos políticos y de la legalidad, como en el caso de la presidencia de la Junta de Coordinación Política del Congreso local, donde los diputados panistas, como en la peor dictadura de Sudamérica, han usurpado un lugar que no les corresponde, en contra de un significativo porcentaje de la voluntad popular, de una importante representación de ciudadanos veracruzanos.
Le asistió toda la razón a Yunes Zorrilla al reclamar que las detenciones de los ingenieros en Medellín de Bravo no tuvieran igual correspondencia en el caso de Coatzacoalcos donde funcionarios del gobierno estatal panista repartieron despensas con propaganda yunista y los autores quedaron impunes.
Pero volviendo al mensaje de Pepe del sábado, su comentario lo salpicó con otro rasgo que no se le había visto y que cambia la percepción de que es muy serio y formal: usó ahora la ironía, pasó a la broma con jiribilla y dio un toque de buen humor cuando pidió a los comensales que por aquello de las dudas pidieran la factura de cada uno de los tamales que se estaban comiendo ante el riesgo “de que los arresten”, en alusión indirecta a que Winckler los pudiera entambar por sólo ese hecho.
La lista de relevantes priistas
Ante la movilidad que está teniendo el senador José Francisco “Pepe” Yunes Zorrilla con grupos políticos del Estado, que le están “celebrando” su cumpleaños, priistas con muchos años de experiencia me compartieron su selección de los que, a su juicio, serían los responsables idóneos para sacar adelante el proyecto pepista en los distritos políticos del Estado.
Para ellos, el coordinador de la campaña electoral de Pepe debe ser el también senador Héctor Yunes Landa, quien además debe ir como número uno en la lista de candidatos plurinominales a diputado local, con miras a que pudieran llegar a presidir la Junta de Coordinación Política del Congreso, representación que ya ocupó. Con él debería operar, como segundo de a bordo, el exdiputado local Francisco Garrido Sánchez, por su experiencia y capacidad de diálogo y negociación.
Los responsables distritales serían: Coatzacoalcos, Ivan Hillman Chapoy y Marcelo Montiel Montiel, uno en el distrito urbano y otro en el rural, en el orden en que acordaran; Minatitlán, Jorge Wade González; Cosoleacaque, Cirilo Vázquez Parissi; Acayucan, Erick Lagos Hernández; San Andrés Tuxtla, Vicente Benítez González; Santiago Tuxtla, Amanda Gasperín Bulbarela; Cosamaloapan, Juan René Chiunti Hernández; Tierra Blanca, Juan Carlos Molina Palacios; Córdoba, Marco Antonio Aguilar Yunes; Zongolica, Mario Zepahua Valencia; Orizaba, Juan Manuel Diez Francos; Huatusco, Miguel Sedas Castro; Xalapa, Ricardo Ahued Bardahuil y Américo Zúñiga Martínez, uno en el rural y otro en el urbano, como se pongan de acuerdo; Coatepec, Noemí Guzmán Lagunes; Boca del Río, Raúl Zarrábal Ferat; Veracruz, Ainara Rementería Coello y Anilú Ingram Vallines, una en el rural y otra en el urbano, como se pongan de acuerdo; Medellín de Bravo, Mario Tejeda Tejeda; Perote, Joel Arcos Roldán; Martínez de la Torre, Rolando Olivares Ahumada; Papantla, Francisco Herrera Jiménez; Poza Rica, Sergio Lorenzo Quiroz Cruz; Álamo, José Roberto Arenas Martínez; Tuxpan, Crisóforo Hernández Cerecedo; Chicontepec, Manuel Francisco Martínez Martínez; Tantoyuca, Leopoldo Sánchez Cruz; y Pánuco, Octavia Ortega Arteaga.
De esa nómina, habría cuatro figuras que podrían ser candidatos al Senado, Anilú Ingram y Ricardo Ahued, o Juan Manuel Diez, o Juan Carlos Molina; Joel Arcos regresaría al PRI (va a regresar y se va a reintegrar con Pepe); y Octavia Ortega, por más que la están enamorando los panistas para que se pase a sus filas, permanece firme como tricolor y trabajando ya en el proyecto de Yunes Zorrilla, además de que hasta en tanto no se concrete la Secretaría General del CDE para Lillian Zepahua García, su nombre también estaría considerado para el cargo.
Quienes me compartieron lo anterior, exdirigentes estatales, exsenadores, exdiputados y exalcaldes, aprueban y celebran que, según afirman, Pepe Yunes ha dicho que en su proyecto todos caben, que a nadie se marginará, que hay un solo proyecto: Veracruz, y que hay que aprovechar toda la experiencia política y electoral, sin distingo de grupos y corrientes.
Empieza a muestrearse ya hijo del Gobernador
Ante el vuelo que empieza a tomar el senador Yunes Zorrilla, el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares ordenó a su hijo del mismo nombre que se mueva ya y se empiece a muestrear, para ver si lo puede suceder.
El sábado estuvo en Pánuco y en Tuxpan, en el primer lugar, compartiendo presidium con el diputado local Rodrigo García Escalante y con los alcaldes Evencio de la Garza, de El Higo; Manuel Cuan, de Pueblo Viejo; Marciano Salazar, de Naranjos; y Ricardo García Escalante, de Pánuco.
El pretexto que arguyó fue que estuvo para “escuchar acciones de trabajo”, aunque también se reunió con las estructuras locales de los partidos que lo apoyan y lo apoyarán.
La CNDH llama la atención a Yunes y a Winckler
Vaya. Ayer, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) recomendó al gobernador Miguel Ángel Yunes Linares que implemente en un plazo no mayor a seis meses acciones para solucionar y combatir los altos índices de violencia y criminalidad que imperan en Veracruz, que fortalezca mecanismos de participación ciudadana que permitan escuchar a la población y atender problemáticas relacionadas con el tema de seguridad pública, y que coadyuve con los gobiernos municipales en los procesos de selección y evaluación de sus cuerpos policiales, para profesionalizar a sus integrantes y garantizar la debida prestación del servicio público en materia de seguridad.
Y al fiscal Jorge Winckler Ortiz, que integre y determine en forma debida las carpetas de investigación iniciadas con motivo de la desaparición forzada de tres jóvenes de Papantla, a fin de que se esclarezca su destino final, que colabore en la presentación y seguimiento de la denuncia de hechos que se formule en contra de servidores públicos de la Fiscalía General del Estado de Veracruz por su probable responsabilidad en la retención ilegal de un menor de edad, así como en la presentación y seguimiento de la queja que se formule ante la Visitaduría General de la Fiscalía General, por las irregularidades que se advirtieron en la integración de las carpetas de investigación iniciadas con motivo de la desaparición forzada de las víctimas.
Ahí están las consecuencias de politizar a la Fiscalía para andar deteniendo a inocentes y de no aplicarse en los verdaderos problemas.