Sergio González Levet / Aunque la cifra de fallecidos seguirá aumentando en la medida en que se sigan rescatando cadáveres de entre las ruinas de los edificios colapsados, ya se puede tener una idea de los números que dan cuenta del tamaño de la catástrofe que sufrimos los mexicanos en los sismos del 7 y 19 de septiembre pasado.
Hay más de 420 muertes consignadas por los dos movimientos telúricos.
En el primer sismo fallecieron 65 personas en Oaxaca y Chiapas, y hasta la fecha se reportan 355 muertes por el terremoto del martes 19, de los cuales 214 son de la Ciudad de México, 74 del Estado de Morelos, 45 de Puebla, 15 del Estado de México, seis de Oaxaca y uno de Guerrero.
Un dato esperanzador es que los topos, las fuerzas armadas, los canes entrenados y los voluntarios lograron rescatar con vida de entre los escombros a 69 personas. De éstas, 37 están hospitalizadas, 14 de ellas en estado grave.
Los dos terremotos y sus más de 4 mil réplicas tuvieron consecuencias desastrosas en siete de las 16 delegaciones de la Ciudad de México y en 259 municipios de cinco estados: Oaxaca, Morelos, Puebla, Chiapas y Edomex.
En todo el país hubo 153,545 viviendas dañadas, y de ellas 24,526 tienen una pérdida total. Debido a ello, 250 mil personas se quedaron sin vivienda.
En la Ciudad de México, fueron afectados alrededor de 10 mil inmuebles, entre viviendas y edificios. El jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera comunicó que se han revisado 7,649 construcciones, y que de ellas, 6,640 (el 87%) han sido catalogadas como habitables, y sólo requieren algunas reparaciones menores.
De las 1,009 restantes, 688 están en estatus amarillo, lo que significa que pueden ser reparadas, pero mientras duren los trabajos no podrán ser habitadas. Y finalmente, 321 necesitan un dictamen “más profundo” y la mayoría tendrán que ser demolidas.
Bueno, y los costos:
Se necesitarán en lo inmediato 37 mil millones de pesos:
10 mil millones serán para la reparación y construcción de edificios y hogares, “más lo necesario para los insumos básicos y el restablecimiento de la infraestructura (eléctrica, comercial).”
13 mil millones serán para reconstruir y reforzar las escuelas que sufrieron algún deterioro.
Y 8 mil millones se dedicarán a reparar la infraestructura y el patrimonio cultural, en lo que se cuenta a templos, museos y edificios históricos que sufrieron daños de diferente naturaleza. Hay, para dar una idea, más de mil iglesias afectadas,
10 mil más 13 mil más 8 mil dan 31 mil. Que ¿dónde están los 6 mil restantes? Pues se repartirán a través de monederos electrónicos para que muchos afectados reparen o construyan sus propias viviendas.
La primera fase de la reconstrucción durará hasta diciembre de este año, y consiste en la reparación y construcción de 5 mil viviendas.
Lo que sigue tardará años, porque el número final de la tragedia es formidable, pero la paciencia, la entereza y la fortaleza del pueblo mexicano es tal, que hará resurgir de las cenizas lo derrumbado.
…hasta que se presente otro temblor, y volvamos a dar la muestra de la grandeza y el corazón de los mexicanos.
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