Francisco de Luna / Xalapa, Ver. Los integrantes de La Asamblea Veracruzana de Iniciativas de Defensa Ambiental (Lavida) exigieron al Gobierno de Veracruz se pronuncie contra la explotación de las mineras La Paila y El Cobre.
Estas se ubican en los territorios de los municipios de Alto Lucero y Actopan, mismas que son operadas por las empresas trasnacionales como Candelaria Mining y Almaden Minerals.
«El polémico proyecto de explotación minera a cielo abierto, antes denominado Caballo Blanco, ha regresado», sólo que ahora con modificaciones pues su nombre ahora es La Paila y pertenece a la Minera Caballo Blanco, subsidiaria de la empresa canadiense Candelaria Mining.
El 17 de agosto de 2017 la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), publicó en la Gaceta Ecológica un extracto del proyecto al cual le asignó la clave 30VE2017M0136.
Con esto se hizo público que el proyecto está siendo evaluado en materia de impacto ambiental «y que el Gobierno tiene en sus manos la posibilidad de convertirse como lo fue en 2012 en el gran amparo de las personas y biodiversidad que habitamos este territorio».
Los integrantes de Lavida entregaron a la oficialía de partes del Gobierno de Veracruz y dirigido al gobernador, Miguel Ángel Yunes Linares, exigen que no se permita que continúen los trabajos de las minas, ya que además de poner en riesgo los trabajos de la nucleoeléctrica de Laguna Verde, provocará daños ecológicos serios, sostuvo Leticia Valenzuela, de Lavida.
Con el proyecto de las mineras se prevé la muerte de cientos de plantas y árboles endémicos, lo que impactará también en el equilibrio ecológico de varias otras regiones de la entidad.
Pidieron que el Gobierno de Veracruz se niegue al proyecto, al señalar que habrá un gran número de desempleos en la zona, ya que terminarán con la actividad agrícola y ganadera de la zona.
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