Se engañan aquellos que piensan que Callejas Arroyo fue un baluarte para el magisterio. Los maestros y la educación en Veracruz están como están gracias a él. Callejas Arroyo se fue sin poder ver un atisbo de grandeza en su hijo, pusilánime líder al que todo se le dio en charola de plata; líder de madera al que nada le costó llegar a donde está.
Muere Callejas sin haber cumplido su último capricho, ver a su preferida Paty Peña como lideresa de la Sección 32 del SNTE. Muere y su imperio se desmoronará como si de un castillo de arena se tratara. Ya los buitres están tras el despojo y él ya no podrá hacer nada por impedirlo.