Este 19 de septiembre de 2017, después del simulacro que se llevó a cabo horas antes, y sin que haya reportes de que se activara la alerta sísmica, un sismo de 7.1 grados en la escala de Richter sacudió los estados centrales de la república mexicana: Estado de México, Ciudad de México, Morelos y Puebla.
Los que vivieron en esos estados la experiencia del sismo, dan testimonio de que fue uno de los movimientos telúricos más graves que hayan experimentado. 32 años después, justo en el mismo día, los capitalinos volvieron a vivir un sismo de gran magnitud. En este momento cobra relevancia lo que Pierre Lemaitre escribiera: «La suma de coincidencias necesarias para que ocurra un desastre es verdaderamente desconcertante».