La verdad es que a Donald Trump ni le interesaba ni le urgía comunicarse con el primer mandatario de este país. Qué esperar de este sujeto, si en su país, cuando un racista atropelló a varios estadounidenses que protestaban por la discriminación racial, fue hasta muy después, y eso obligado, que el presidente Trump condenó ese acto criminal. Algunos decían que estaba más preocupado por el conductor que atropelló a los manifestantes.
Pero en caso de que en realidad el teléfono del presidente haya sido la razón por la que Trump retrasó sus condolencias, pues empecemos una coperacha para comprarle un iPhone X al presidente Peña Nieto.