Bien por el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, cuando señaló que nadie puede lucrar y que no se permitirá que se haga con el sufrimiento de las personas que resultaron afectadas por el sismo de magnitud 8.2 registrado la semana pasada. Y es que, durante una reunión de evaluación sobre las afectaciones que dejó el terremoto en Chiapas y Oaxaca, aclaró que ni el apoyo a las personas damnificadas ni el censo pueden tener carácter político ni orientación partidista.
Muy seguro de sí mismo dijo: «Ni lo debemos permitir, ni lo vamos a permitir, lucrar con el sufrimiento, con las necesidades que está teniendo el pueblo de Oaxaca y el pueblo de Chiapas», advirtió durante la reunión celebrada en el municipio oaxaqueño Ixtepec.
Aunque llamó mucho la atención que durante el discurso de Osorio Chong, la titular de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano(Sedatu), Rosario Robles Berlanga, al estar a un lado del funcionario comenzara a tragar saliva y a sudar, por aquello de que está involucrada en la llamada Estafa Maestra cuando fue titular de la Sedesol.
Y no es para menos, si el Gobierno Federal quiere que la sociedad le tenga confianza, debería por lo menos separar de su trabajo a los funcionarios involucrados para que se realice una verdadera investigación. Y entonces, se podría confiar en ellos.
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