El mérito de una dádiva se elimina cuando se anda de esquina en esquina pregonando lo bueno que es uno. Es por ello que bien merecidos fueron los despidos de esos funcionarios públicos que quisieron lucrar políticamente con la desgracia de un pueblo. Seguramente, algunos de los que apoyaron las entregas de despensas pensaron que estaban haciendo un bien; veían el rostro de las personas recibiendo esas despensas y eso los hacía sentir que eran buenas personas.
Sin embargo, si bien la acción pudiera parecer buena, la intención era otra. Ellos querían dejar en la mente de los damnificados y en la mente de las personas que vieran esas fotos, donde posaban entregando despensas, la idea de que ellos eran tan buenos que hasta se le podía elegir para un puesto de elección popular. Eso es sacar raja política.