Pues no le tembló la mano al gobernador Miguel Ángel Yunes Linares para separar de su cargo a tres de los funcionarios involucrados en el affaire Yunete. Con esto, el gobernador deja en claro que los tres funcionarios actuaron motu proprio, sin consultarle nada a él.
Bastante oportunistas se vieron Rafael Jesús Abreu Ponce, director de CAEV Coatzacoalcos, Ricardo Cabrera Ferez, delegado de Patrimonio del Estado en Xalapa y Mauro Sánchez Pola, rector de la Universidad Tecnológica del Sureste en Nanchital repartiendo despensas y colocando mantas con alusiones partidistas.
Pobres tontos, ya se sentían candidatos a diputados, ya se sentían con un puesto mejor del que tenían, ya se sentían siendo recibidos por el gobernador en Palacio de Gobierno recibiendo una medalla al altruismo. Pero no pendejos, por andar de acomedidos el gobernador ya los retiró de sus encargos y la Fiscalía ya los está investigando por delitos electorales, investigando de dónde salió el dinero para esas aguas y galletas saldas. ¡Quién los manda!
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