Busquen una empresa fantasma que haya utilizado Pepe Yunes en los sexenios de Fidel o Duarte, busquen algún beneficio o ganancia material que haya obtenido de manera ilícita; de haberla ya la hubieran ventilado.
Es fácil afirmar que Pepe no cuestionó a Duarte o que fue cómplice sólo porque lo suponen, sólo porque Pepe Yunes no es estridente, y no lanza improperios como el otro senador que sí dijo en algún momento «Javier Duarte es mi jefe político». Pepe Yunes siempre fue respetuoso de la investidura de Duarte como lo es de la del actual gobernador. Pero algunos lo quisieran ver arremangándose la camisa y lanzándose al lodazal.