Jorge Flores Martínez / Me dio mucho gusto escuchar a un subsecretario de SEFIPLAN explicar sobre los poco más de ocho mil millones de pesos que están en las cuentas del gobierno del estado. Su explicación fue simple y sencilla: “ese dinero está etiquetado para obras y no se hará lo que hicieron las administraciones pasadas, que simplemente desviaron los recursos para otras cosas”.
Poco a poco están entendiendo que esa información es pública y que, ocultarla es una necedad. Lo malo es que darla así de incompleta es una verdadera falta de criterio, no entienden que cuando de pesos se habla, lo mejor es no dejar nada a la libre interpretación.
Va un ejemplo de una declaración inteligente: –los poco más de ocho mil millones de pesos que se reportan en algunos medios, están en cuentas del gobierno del estado y corresponden a recursos para obras y acciones ya etiquetados, que serán ejecutados por las dependencias, mengana, perengana y fulana. Estas obras y acciones están en proceso de licitación y corresponden al calendario de egresos de SEFIPLAN. La información complementaria la darán las dependencias a cargo de los recursos en cuestión.
Se trata de un comunicado de unas cuantas líneas y con información suficiente que se deberá complementar con la de las dependencias que ejercerán el gasto y están a cargo de los procesos legales de licitación y adjudicación.
Pero los políticos no tienen la “app” de la claridad, simplemente les parece más provechoso mantenerse en la penumbra, así es más sencillo obtener algún beneficio político personal futuro. Jugar y manipular la información pública es el nombre del juego, les cuesta mucho trabajo atenerse a la transparencia.
Otro ejemplo que se me ocurre, ayer pasé por la calle de Enríquez y es indiscutible que no es posible realizar el desfile del 16 de septiembre, el primer cuadro de Xalapa está en obra y es conveniente plantear la posibilidad de realizar los actos conmemorativos de la independencia en otra ciudad; pero no, sin considerar nada, sin proponer alguna otra opción, anuncian que el desfile se realizará en la ciudad de Veracruz.
Desconozco el proceso de selección de la ciudad de Veracruz, pero es obvio que a muchos no les gusta, ni le gustará; otros lo verán como un claro y evidente impulso a la candidatura de uno de los hijos del gobernador; y el resto solo no entenderá las razones que motivaron esa decisión.
Tan sencillo que hubiera sido salir en hombros y buscar la armonía entre los veracruzanos. Mi planteamiento hubiera sido: el primer cuadro de la ciudad de Xalapa se encuentra en obra y, Córdoba (por ejemplo), ha sido una ciudad terriblemente golpeada por la delincuencia y como gobernador del estado, quiero proponer que los actos conmemorativos de la independencia se realicen en esta ocasión en Córdoba.
Los veracruzanos agradeceríamos mucho cuando nuestros gobernantes no intenten sacar beneficio político o personal de todas sus acciones. Estamos un poco cansados de ser gobernados como rehenes de intereses personales o de grupo. Por una vez, solo por una sola vez, realicen un acto completamente desinteresado y sin cálculos políticos.
Además, es tiempo de retirar un poco de presión sobre la candidatura del hijo, pasar a otro tema en lo que se reconforman las circunstancias políticas a nivel nacional. Es en estos momentos cuando creo que, al gobernador le urge un asesor que le diga “Miguel, me parece que NO es buena idea, pero podríamos plantearlo de esta otra manera…”.
Pero, en fin, poco a poco están declarando los colaboradores del gobernador, despacito y con miedo mucho miedo, declaran lo que en su naturaleza es información pública.
En otras cosas, hoy ya son cinco meses sin recibir fecha para la cita que solicité con el secretario particular del gobernador. Desde un principio me la sentenciaron en la Oficina de Atención Ciudadana, una cita con el particular tarda más de seis meses. ¡Feliz! Ya cualquier día de estos me hablan.
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