Édgar Hernández* /
¡Tengo miedo!
Ir al puerto y pasear a altas horas de la noche hasta hace unos años era una delicia, era de lo más normal; salir a los cafetines de Xalapa a contemplar el ir y venir de los estudiantes también era parte de lo cotidiano.
Ese ir de “antro”, el karaoke, las bohemias; despacharse un par de litros de cerveza entre risotadas y remembranzas; caminar por el Parque Juárez; ir el fin a Orizaba o pasear en Coatepec para luego ir al mole de Xico.
¿Y Naolinco?.. ¡Oiga usted, que buenos zapatos hacen!.. o un ¡Güero, güero… güera! de los portales… y ese lecherito de “La Parroquia” pasada la medianoche.
Eso ya no existe. Ese Veracruz se fue.
Un día se esfumó ante la avalancha criminal que nos azota sin que fuerza alguna lo impida ¿y sabe usted por qué?.. pues simple y llanamente porque un día decidieron aliarse los poderosos del dinero y la política con la delincuencia organizada.
Hoy son lo mismo.
Por ello la zozobra y el miedo. Ese temor de andar la calle después de la ocho de la noche. El salir por la mañana al trabajo y no saber si vas a regresar. Si tus hijos regresan con bien por la noche y entender esa contranatura de que es lo mismo la policía que los criminales tratándose de levantones, secuestros expres, violaciones o simplemente amanecer en la cárcel por delitos no cometidos.
Esa y no otra es hoy nuestra tragedia aquí en Veracruz.
Y para quienes nos dedicamos a la riesgosa tarea del periodismo el trance es peor. Los criminales –los de cuello blanco incluidos- nos han impuesto una cuota de sangre que ya mismo no sabemos cuándo llegará a su fin.
Hace unos cuantos días le lloramos a Cándido Ríos Vázquez, “Pabucha”, que mereció la reprobación nacional e internacional y de la misma UNESCO, menos, por supuesto, la del gobierno del Estado que no quiso darse siquiera por enterado.
También le lloramos a Ricardo Monluí y a Regina Martínez. Nos espantó el decapitamiento de la periodista Yolanda Ordaz, el ametrallamiento de Milo Vela, su esposa e hijo en plena recámara, la tortura y asesinato sobre pedido del fotorreportero Rubén Espinosa, todos masacrados hasta completar 22 periodistas que han caído en los últimos años por la acción de asesinos a sueldo.
Todo en la impunidad.
Y ojo, en la mayor parte de los casos hubo avisos previos de ejecución de parte de los criminales o de los políticos ofendidos.
Es por ello que a los periodistas veracruzanos nos preocupa y alarma la amenaza de muerte contra el colega Mussio Cárdenas Arellano, nuestro mejor exponente de esta profesión en Veracruz.
Mussio es un hombre valiente que se ha atrevido.
Un periodistas que hace muchísimos años -luego de tomar la estafeta de su padre, don Mussio Cárdenas Cruz, patriarca de este clan de periodistas honestos y auténticos líderes de opinión- viene denunciado a los políticos corruptos, a los caciques, a los malos gobernantes y a la delincuencia organizada.
Hoy ante la amenaza de los criminales, los periodistas –no tengo la menor duda que la mayoría- decidimos sumarnos en solidaridad y exigencia de protección al comunicador.
Demandamos garantías de parte de quien tiene la obligación de cuidarnos, de respetarnos, de protegernos de los malandrines y para hoy, hoy, hoy debe ser la respuesta ante la acción, ante la amenaza impune de los criminales.
Hoy suscribimos y hacemos nuestra la propuesta solidaria de buena parte del gremio. De don Paco Licona y su “Política al Día”, al igual que la de Neftalì Urbina, dirigente de la Asociación de Periodista Unidos de Veracruz, quien lanzó una carta abierta la cual suscribimos.
En “Libertad Bajo Palabra” de Armando Ortiz también hay una respuesta solidaria clara, al igual que de los periodistas y espacios de información y análisis como “Palabras Claras”, con Toño Flores baluarte de la estirpe de don Froy, todos sumados en la exigencia de garantías para los comunicadores tan despreciados por el actual régimen.
Y es en esa solidaridad que rechazamos y condenamos el pretendido mensaje amenazador firmado por un grupo allegado a Hernán Martínez, mejor conocido como Comandante H, jefe de plaza en el sur de Veracruz y a quien recientemente aprehendieron el 29 de junio, en Tabasco.
De ello Mussio Cárdenas dio cabal cuenta.
Fue a partir de su columna de “Informe Rojo” y en sus videos en redes sociales, que dio a conocer información que ha sido omitida por las autoridades sobre Hernán Martínez, sus vínculos con funcionarios públicos, empresarios y la protección que éstos le brindaron antes de ser detenido.
El periodista comenta: “La semana pasada señalé en una columna que hay carpetas de investigación en la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO), contra ésta persona y otras vinculadas, pues tengo un documento que así lo establece y creo que eso detona esta amenaza.”
En ésta amenaza criminal se advierte, en sui géneris redacción plagada de faltas de ortografía que:
“Somos los que venimos a recuperar el ¡¡¡Territorio!!! De nuestro patron (sic), ¡¡¡El H!!!.Vamos por todos los traidores. Vamos por los comandantes de SSP y Fuerza Sivil (recontrasic) que nos pusieron el dedo. Vamos a cortarle la cabeza a todos los periodistas que han publicado puras mentiras…vamos por ti Mussio Cárdenas …te has cagado fuera de la vacinica con el patron…te haz metido con su familia…la familia es sagrada musioo. En pedasitos te van a recoger…ya te llevo la madre hijo de la chingada. La limpia comienza. Ciudadanos antes del 15 coatza estara libre de estas lacras. El patron el H esta mas presente que nunca. Atme. COMANDO DEL H”.
Ello es inadmisible.
Las amenazas de los criminales no caben en un estado de derecho, en un régimen de leyes. Las autoridades estatales y federales saben cuál es la punta del hilo de esta madeja, Saben lo mismo que sabe el “patrón” y compinches y, por supuesto, saben cómo parar estas balandronadas.
Es el momento de asuma su real papel La Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas (CEAPP) para que se garantice la vida, libertad e integridad del columnista y la de su familia. Es el momento de la Fiscalía General de Veracruz, de la PGR y de la Secretaría de Gobernación vayan más allá de las medidas cautelares.
No podemos quedarnos de hinojos ante la escalada criminal.
¡Es para hoy!
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo
Comentarios