Para justificar su traición, dice Ernesto Cordero: «Si no estás con Anaya eres un traidor». No wey, si estás con el PRI y perteneces al PAN, y te dejas hacer líder del Senado como una propuesta del PRI, entonces sí eres un traidor. Aunque algo que sí se le debe reconocer a Ernesto Cordero es su lealtad canina al hombre que lo formó, el expresidente Felipe Calderón, quien en su sexenio lo hizo secretario de Hacienda y secretario de Desarrollo Social.
Calderón lo quería para presidente, sólo que Cordero, como las gelatinas sin grenetina, no cuajó. Pero la lealtad a su “jefe político” —citando a un célebre senador de Veracruz— siempre la ha demostrado. Ernesto Cordero declaró, apenas tomó el puesto como presidente del Senado: «Calderón es el más querido y probablemente el mejor presidente que hemos tenido». Y tal vez tenga razón, sólo que, en su contexto, ese país que menciona es su corazoncito.
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