Ese ha sido el origen del pleito entre el Gobierno Federal y el presidente del PAN, Ricardo Anaya, pero al grupo que comanda Cordero eso le viene guango porque a ellos no los mueven los intereses de su partido, sino los personales y por qué no decirlo, los de Felipe Calderón, quien con esto debilita a Anaya y así puede vender “bara, bara” la candidatura de su mujer Margarita Zavala a los priistas. Porque si la Zavala es la candidata del PAN, sólo será comparsa del PRI, lo mismo que lo fue Josefina en el Estado de México.