Si usted nunca ha sido detenido por la policía o arrestado por algunas horas, es usted afortunado. Los que han estado cuentan que es verdaderamente un martirio. Ahora imagínese estar dentro y saber que la estadía se pude prolongar por varios años, la situación sería verdaderamente desesperante. Pues tenga la certeza que así está el Club de Tobi, perdón, los excolaboradores de Duarte y seguramente él mismo. Como muestra tenemos al excapitán Tormenta, Arturo Bermúdez Zurita, quien la semana pasada solicitó que se le siguiera su proceso en libertad y no en el penal de Pacho Viejo.
Durante siete horas, el extitular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) mantuvo la esperanza de que la resolución le fuera favorable, sin embargo, el juez, después de escuchar pruebas de dos testigos en contra de Arturo Bermúdez Zurita, determinó que lo mejor sería que este pillo siguiera mejor tras las rejas.
Por esa razón, después de ver la situación de este exfuncionario, no le extrañe que los demás excolaboradores del mártir de los 50 mil millones, en su desesperación, también soliciten que se les siga su proceso en la comodidad de su hogar. Sí cómo no, si la cárcel y sus condiciones es un castigo, no un premio, así que es mejor que se vayan acostumbrando.
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