Fueron años en los que el petróleo mexicano cotizaba muy bien en el mundo, pero de esas ganancias nunca vimos nada. No hubo creación de refinerías, no vimos a la planta industrial de la paraestatal mejorarse, sólo vimos los grandes negocios de sus parientes políticos con empresas nacionales y trasnacionales que se quedaron con toda esa ganancia.
Y para colmo tenemos que pagar una pensión a ese zángano bipolar. Por eso queremos que llegue López Obrador a la presidencia, para que le quite lo hocicón a este mantenido.