¿Cuándo una Junta de Gobierno de la Universidad Veracruzana ha demostrado su efectividad, su objetividad, su autonomía? ¡Nunca! Cada rector conoce los sutiles mecanismos de “extorsión” para tener a la Junta de Gobierno comiendo de su mano. Sólo falta que después de lo que hicieron, dejar a tres candidatos eliminando a dos buenos prospectos, se sientan ofendidos. Sólo falta que se sientan ofendidos cuando a ojos vistas es claro que la línea de ellos es por la actual rectora Sara Ladrón.
La Junta de Gobierno nunca ha prestado oídos a la comunidad universitaria, nunca ha prestado atención a la voz de los mismos alumnos. No por nada una Junta de Gobierno arreglada reeligió a Víctor Arredondo a pesar de su mal desempeño; no por nada fue una Junta de Gobierno la que reeligió a Raúl Arias Lovillo a pesar de su demostrada bajeza e ineficiencia.
Ahora, a pesar de que quedó demostrada la ineptitud, la cobardía, los oscuros manejos financieros y la represión a grupos que no comulgan con su política académica, la Juna de Gobierno pretende reelegir a Sara Ladrón. Pero ya lo hemos dicho, ¡qué importa! Gracias a esos tipos que se esconden bajo sus grados académicos y que se dicen Junta de Gobierno, la UV es lo que es, una universidad más; del montón.
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