En esa coyuntura le están sacando sus trapitos al sol al presidente del Partido Acción Nacional. Ya salió a relucir el tema de su fortuna y la fortuna de sus familiares que ha crecido exponencialmente desde que Ricardo Anaya está en la política.
Son cientos de millones de pesos en propiedades, para ser exactos 308 millones, y todavía el suegro tiene proyectos por otros 300 millones; a eso se le llama prosperidad. El asunto es que los enemigos de Anaya no le están inventando nada, pues resulta que el señor Anaya no ha podido explicar tanta prosperidad.