Armando Ortiz / Como si fuera un nuevo apóstol de la justicia, como si en verdad fuera un mártir que se encuentra encarcelado por sus actos justos, como si sus excolaboradores en Pacho Viejo se lo pidieran, Javier Duarte, en una tercera carta porfía en solidarizarse con Arturo Bermúdez, Gina Domínguez, Francisco Valencia y Mauricio Audirac. Poco le importó a Duarte que Audirac se deslindara de esa solidaridad que le muestra el exgobernador, pues considera que la carta de Audirac es una prueba más de que el exsecretario de Finanzas está bajo la influencia del tirano Yunes. Javier Duarte cumple ya 6 días con la dieta Winnie Poo, es decir a pura miel, agua y limón. El tono mesiánico que le da a su carta, “no pararé hasta que puedan enfrentar el proceso penal (…) en libertad”, nos hace pensar que la falta de nutrientes en su cuerpo ya le están afectando el cerebro. Duarte insiste en que el desastre que vive Veracruz es responsabilidad de Yunes Linares, por supuesto olvida las razones por las que huyó de Veracruz, las razones por las que está en la cárcel. Duarte está en pleno delirio, de modo que no nos extrañe que siga escribiendo cartas, quizá hasta completar un libro.
Que Cándido Ríos, periodista asesinado, fue un daño colateral; ¡vaya consuelo!
No, pues que consuelo. Ya Cándido Ríos, periodista asesinado en Hueyapan de Ocampo, podrá descansar en paz sabiéndose que su muerte no fue causada por su trabajo periodístico, sino por estar en el momento equivocado y en el lugar equivocado. Roberto Campa, subsecretario de Derechos Humanos de la SEGOB, resolvió el asunto de una sola ojeada. Para Campa es irrelevante el video que unos días antes grabara Cándido Ríos en donde señalaba a las personas que lo atosigaban. Es interesante lo que una persona del sur señalara sobre el tema. Esta persona dice que posiblemente Cándido Ríos había sido citado por el operador de prensa de Víctor Acrelio Alegría, por algo que Pavuche había publicado: “Acrelio tenía un enlace de prensa quien se encargaba de monitorear a la prensa y si sacaba una nota que les afectaba, le hablaban al reportero, de lo contrario el reportero era amenazado”. Según esta versión Cándido asistió y fue acribillado por un grupo que tenía como objetivo a Víctor Acrelio. Pero Pavuche asistió porque algo había sacado en la prensa.
Ruiz Esparza amaba a su suegra; cuando murió atropellada recibió 100 millones de indemnización
¿Qué tanto quiere usted a su suegra? ¿Poco? ¿Mucho? ¿Es usted de esas personas que se saben muchos chistes de suegras y se ríen sin cesar de las desgracias que les ocurren a estas santas señoras? Pues alguien que quiso mucho a su suegra fue Gerardo Ruiz Esparza, el todavía secretario de Comunicaciones y Transportes. Resulta que la diputada Rocío Nahle denunció al secretario de SCT por haber indemnizado a su suegra, quien falleciera atropellada en una autopista, por la cantidad de 100 millones de pesos. La diputada de Morena le espetó durante la comparecencia que tuviera Ruiz Esparza con diputados: “Un familiar suyo, muy cercano, tuvo un accidente y la indemnizaron con muchísimo dinero. ¿Cómo es posible que a la familia de las dos víctimas se les esté tratando de manera insensible?”. Rocío Nahle se refería a las familias de las dos personas que murieron en el socavón del Paso Exprés. De hecho, se reporta que Ruiz Esparza insiste en darle a estas personas unas mochilas con útiles al tiempo que les manda a decir que acepten lo poco que les ofrecen, porque si se van a juicio se pueden tardar hasta 15 años en recibir algo. Por supuesto a la familia de su suegra, que es la suya, los 100 millones de la indemnización le debieron llegar billete tras billete hasta completarlo todo de un jalón. ¡Qué quieren! El señor amaba a su suegra.
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