Al parecer, los estragos de la desnutrición y el poco oxigeno que llega al cerebro, debido a la falta de proteínas que se adquieren por una dieta nutritiva y bien balanceada, le están afectando las ideas al exgobernador Javier Duarte. Ahora resulta que su gobierno fue un mundo de caramelo comparado con el gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares.
En una carta compuesta de siete páginas, que bien podría parecer un manual de reproches, enviado a su periodista favorito Ciro Gómez Leyva, despotrica contra el gobierno veracruzano. De entrada, el número de calificativos e insultos contra el actual gobernador demerita seriedad. El famélico exmandatario, en esta segunda misiva, sigue insistiendo en la solidaridad con sus excolaboradores que se encuentran «injustamente privados de su libertad».
Pero la cosa no para ahí, le pide a Yunes Linares que cese el show mediático en contra de él. Lo que se le olvida al mártir de los 50 mil millones es que las pruebas en contra de su persona y de los pillos que trabajaron con él son contundentes. Y si el Nerón veracruzano lo duda y lo quiere comprobar, nada más que le eche un ojo a la situación jurídica de su exencargado de la Seguridad, Arturo Bermúdez Zurita, quien será uno de los primeros en recibir sentencia y, que por cierto, será una condena de muchos años.
Así que, sería bueno que los encargados de la Subsecretaría del Sistema Penitenciario de la Ciudad de México le vayan arrimando un plato de chilaquiles, tal vez eso lo mantenga un tiempo con la boca ocupada.
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